Una persona de nombre Viviana Mercado compartió en Facebook la denuncia realizada por Soledad Agüero, quien en su posteo con la foto y todo lo que se encontró cuando fue a visitar el panteón familiar en el Cementerio del Este, ubicado en avenida Santa Teresa y Madame Lynch.

La doña sintió ndaje un fuerte olor desagradable, constatando con mucha sorpresa que al costado del panteón se hallaban tres ataúdes abiertos, con cuerpos dentro de los mismos y en estado de descomposición ¡Hesúkena!

Ya sea para hacer algún payé, que tienen precio de acuerdo al “trabajito”, robar huesos para la venta a estudiantes o por tekorei algunos vizcacheros irrumpen la paz de los cementerios en complicidad con la noche y la escasa seguridad que tienen. Para poner fin a estos profanatumbas, la concejala Elena Alfonsi presentó una minuta al cuerpo legislativo de la Muni capitalina exigiendo respeto para los finados que no tienen descanso en su morada.

La pelota quedó en manos de la Intendencia Municipal, el intendente Mario Ferreiro deberá informar, buscar y sancionar a los responsables del te’ongue jepoko que se reportó por redes sociales hace tres semanas.

DELITO PENAL. Alfonsi recordó que de acuerdo al Código Penal, en su artículo 231 “Perturbación de la paz de los difuntos” como un delito de acción penal pública, es decir que es investigado por el Ministerio Público y tiene un castigo de 3 años de cárcel o multa.