El artillero Edgar «Chito» Báez fue todo un ídolo en Guaraní en la década de los 90 y charló sobre lo que fue su trayectoria en este deporte. Imperdible.

• POR JORGE IZQUIERDO

Sí hablamos de jugadores que marcaron su época en grandes clubes, era infaltable charlar con uno que dejó grandes huellas en el Aborígen, hablamos del ex pelotero, Édgar “Chito” Báez (47 años), quien supo jugar 5 años en Guaraní, con el que logró el campeonato de 1996.

“Chito” arrancó diciendo a Cónica que “fue algo inolvidable. Éramos un grupo unido que salía a jugar por amor al club. Teníamos el acompañamiento de la gente y eso era una motivación demasiado grande para nosotros. Peleamos contra todos y supimos campeonar. El título de 1996 lo ganamos por los hinchas aurinegros. Ojalá muy pronto se pueda lograr otro título”.

Sobre el buen momento de Gustavo Costas, con el Legendario, nuestro entrevistado sostuvo que “el trato del DT con el jugador lo dice todo. Si vos tenés un entrenador que te llega, que te hace sentir útil y cómodo en el equipo, vos vas a dar hasta el 200%. Guaraní va bien con Costas porque es un señor que se hace querer y lo demuestra cuando da sus conferencias, un tipo formidable y amable. La verdad que lo que queda ahora del torneo va a estar peleado”.

“Mirando como exjugador, lo veo a Olimpia acariciando otro título. Están muy consolidados, desde arriba. Libertad y Guaraní se despertaron un poco tarde. Habrá que ver qué pasa. Sería lindo que se defina en la última fecha”, remató Édgar.

EN EL 2005. Fue su año del retiro. Jugó por última vez en el equipo de Tacuary. Nos confesó que extraña un montón jugar a nivel profesional.

Cero tatuajes en su época

Édgar, oriundo de Itauguá, comparó un poco lo que es hoy el fútbol actual con el de antes: “Ndaipóri akue la tatuaje umía. Éramos tipos sencillos. Tampoco teníamos el sueldo que hoy en día tienen los jugadores. Han cambiado tantas cosas”, remató.

El defensor que lo noqueó

En medio de su don de buena gente, “Chito” Báez recordó quién fue el defensor más duro que lo marcó: “Enfrenté a muchos defensores duros y muy buenos, pero nunca olvidaré a Isidro Sandoval. Me dio un codazo en un partido y me hizo desmayar”, recordó entre risas.

Apenas soportó estar en Arabia

Édgar tuvo un paso de 7 meses por el fútbol de Arabia, donde aguantó muchas cosas: “No voy a negar, me fui porque había buena paga y necesitaba por mi familia. Estuve 7 meses y aguanté estar sin amigos, sin salir a ninguna parte. Veía todo el día la tele, no entendía el idioma. Los árabes no tomaban, estaba prohibido todo, eran muy estrictos en todo”, culminó.

El recorrido que tuvo “Chito”

Nuestro protagonista arrancó jugando en el 12 de Octubre, luego pasó a Guaraní, tuvo un breve paso por Huracán de Argentina. Retornó al “Indio”, para luego ser transferido al Santos de Brasil. Después vino a parar a Cerro y ya en el tramo final de su carrera jugó en Sol de América y en Tacuary. Édgar destacó al DT que más lo ayudó en su carrera y fue Cayetano Ré (ya fallecido).

No se ve para nada como DT

En su etapa como jugador fue un gran goleador, de aquellos que tenían una ocasión y no te perdonaban. “Hoy en día laburo como funcionario público. En su momento analicé la posibilidad de estudiar y ser DT, pero para qué me iba a mentir a mí mismo, no es lo que me gusta, no me veo dirigiendo. Al menos por ahora estoy trabajando y disfrutando de mi familia”, sintetizó Báez.

“Chito” eligió tres estadios…

Entrado en confianza, Édgar también se animó a elegir tres estadios, donde llegó a chutar y que más le impactaron en su carrera: “El estadio Maracaná de Río de Janeiro, el Defensores del Chaco y el Vila Belmiro, de Santos. Me quedo con esos tres”, agregó el goleador.

Al hablar de referentes, el itaugüeño soltó que “admiraba mucho a Raúl Amarilla y también a Romario”, tiró.