Encontró la “luz” en medio del apagón para dar dos estocadas letales. El resultado lo saca de la zona de descenso directo.

San Lorenzo dio un golpe sobre la mesa y tumbó 2-0 a Luqueño para sumar, más allá del partido, sumar puntos vitales para mejorar su promedio.

Salvo algunas aproximaciones, el primer tiempo se llevó muy poco del juego en sí. Apenas unas ráfagas de intentos de ambos equipos en los que faltó siempre el último pase preciso de cara al gol.

Todo quedaba para el segundo tiempo y fue San Lorenzo el que no defraudó. El mérito fue del técnico “rayadito” Sergio Orteman, que envío al campo a Ismael Reyes, que en su primera incursión y tras dejar en el camino con una gambeta a un defensor, metió el derechazo esquinado, que fue imposible para Arzamendia.

Después se vino el corte de luz que obligó a parar por 20 minutos el partido y en la reanudación, otra vez Reyes fue protagonista cuando desbordó y tiró el centro por bajo que Joel Benítez pifió feo en su intento por rechazar. No hizo otra cosa que regalarle el balón a Sebas Fernández, que sin oposición marcó el segundo.

Más allá de los cambios ofensivos del “Chicha” Centurión, el cuadro luqueño fue en busca del descuento que ya no llegó, para otra nueva frustración de un equipo absolutamente irregular. Gran victoria del “Rayadito” para seguir respirando esperanza.

Sale de la zona directa del descenso y entra Capiatá

La victoria de San Lorenzo movió el tablero en el tema de los promedios. El cuadro “santo” consiguió salir por ahora de la zona más comprometida, o sea, el del descenso directo. Los tres puntos lo ubican por encima de Capiatá, que es el que entra ahora entre los dos últimos, junto con Santaní, que sigue siendo el más comprometido. Se da también un respiro para Sergio Orteman cuya sitú ya estaba siendo incómoda, por la falta de buenos resultados. Jornada redondita para el cuadro “rayadito”, que en la próxima enfrenta a Cerro.

Reyes: “Es lo que siempre pide el profe”

Fue la figura de la noche. Y eso que solo jugó 45 minutos. Suficientes para destrozar el esquema defensivo luqueño con sus gambetas. Ismael Reyes fue el as bajo la manga de Sergio Orteman. Hizo el primer gol y asistió en el segundo.

“Sabíamos que iba ser un partido divicil, entrenamos bien en la semana y trabajamos para hacerles daño a ellos. En el gol, es lo que siempre pide el profe. Entré muy bien y ese gol me sirve muchísimo. Sabemos que esto es largo todavía y solo queda trabajar, seguir ganando, que es lo único que nos sirve”, afirmó.

Reconoció también que el equipo comenzó bien, pero que después se vino el bajón.

“Empezamos muy bien y luego con el transcurrir de los partidos decaímos un poco, pero lo importante es que nos levantamos de nuevo”, concluyó.

Un regalo bien “rayadito” a un fanático más que especial

El fútbol va más allá que un partido de noventa minutos. La gente hace al espectáculo y hay hinchas que merecen siempre algún reconocimiento extra.

Es lo que pasó anoche en la previa del partido en el “Günther Vogel” cuando un joven hincha que llegó hasta el estadio en silla de ruedas quería un obsequio especial.

El chico es fanático del arquero Wilson Quiñónez y a través de un cartel en el que manifestaba su admiración por él, le pidió su camiseta. El club y el arquero no se quedaron atrás y le obsequiaron la respectiva casaca. Obvio, la foto no podía faltar. ¡Un gran gesto!