“Me cansé de la falsedad que había en el mundo trans en Paraguay”, dijo a Crónica Maritza, la transexual que vio su vida cambiar luego de un video.
La frase es tan clásica que uno suele repetirla con tanta naturalidad y en diferentes momentos y áreas de la vida, de manera divertida. “Me quisieron agarrar de mi pelo y yo le bofeteé ahí y le dije que por un 10 mil a mí no me van a llevar”, fue la expresión que ganó fama hace varios años. La autora fue una transexual. Sus palabras iban dirigidas hacia un hombre que supuestamente no quiso pagar lo que costaba el servicio de sus “caricias”. La escena se hizo viral y recorrió por todas partes.
¿Y qué pasó de ella? En una nota con Crónica cuenta qué es de su vida y lo que ganó y perdió tras el suceso donde dijo aquella ya famosa frase. “Hace 4 años estoy viviendo en Argentina. Vine aquí porque desde que se viralizó ese video muchas transexuales se agarraron conmigo y no quería andar en peleas con ellas. Me cansé de la falsedad e hipocresía que había en el mundo trans en Paraguay y me vine a buscar otro rumbo. Además, estoy alejada de mi familia, o sea, ellos se alejaron de mí. Muchísimos me dieron la espalda, pero soy feliz”, contó Maritza Julieth.
“Aquí estoy haciendo de todo, menos nada (ríe). Ya estoy construyendo para mi casa”, agregó.
A la consulta de cómo marcó su vida aquella frase del 10 mil guaraníes, Maritza contó que: “Demasiado me marcó. Gracias a eso conocí a mucha gente buena onda, de gran corazón y hasta tengo miles de fans que me quieren de verdad. Estoy feliz. Con decirte que acá en Argentina suelo escuchar la frase en las calles y eso me halaga mucho”, tiró.
Comentó que nunca más tuvo la dicha de ver a aquel señor a quien “bofeteó”. “Nunca más le vi. Y si ese viejo lee esta nota le dejo un refrán: “Soy juguete de los ricos y quebranto de los pobres”. A mí por un 10 mil no me van a llevar… jajaja”, finalizó.
“Yo siempre fui afeminada”
Maritza comentó que de chica vivió con su familia en un pueblito llamado Cañada de Paz, distrito de Loreto, Concepción. A la edad de 15 años dejó su casa y se vino para San Lorenzo. Comentó que es la única trans de la familia y que tiene 7 hermanas, de las cuales solo habla con dos.
“Mi papá me echó de la casa y desde los 15 años anduve pagando alquiler sin depender de nadie. En la única persona en quien confiaba era mi mamá, pero ella falleció hace 11 años y hasta ahora no supero esa tristeza”, confesó.
“Por el momento soy la única chica transexual de la familia y del pueblito donde me crié. Yo siempre fui afeminada desde chiquitita y nunca di mal ejemplo. Desde que tuve uso de razón siempre me gustó totalmente cosas de mujeres, no me importaba lo que decían los demás”, finalizó.
“Una si sale a trabajar no sabe si regresará”
“La calle es muy riesgosa, no es como se dice que una va y gana plata fácil. Una si sale a trabajar no sabe si regresará a su casa, más en Paraguay es mucho más riesgoso”, contó. “Pero también en nuestro país hay mucha gente buena. Tengo muchas amistades que siempre me escriben, me llaman para preguntarme cómo estoy lo que ni mi parientes ni colegas hacen”, añadió.
“Yo no dependo de nadie. Por eso a veces a mí me resbala lo que la sociedad piensa de las chicas transexuales, porque ellos no me ayudan a nada”, finalizó.
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