Un triste hallazgo de los restos de un fetito oiko en la madrugada de ayer en el vertedero de Cateura. Un camión recolector fue al lugar para descargar los desperdicios recogidos de las viviendas de los distintos barrios de la capital, a eso de la 1:00 de la madrugada.
Uno de los cientos de gancheros que trabajan en el lugar, identificado como Carlos Pacuá, estaba realizando su tarea de reciclaje y otopa un cuerpito sin vida, que fue desechado como si nada por las personas que tuvieron el valor de cortarle la vida a este pobre inocente.
Los trabajadores del lugar suspendieron al toque sus labores y cargaron los restos del inocente en una caja de cartón con mucho pesar y dolor. Oñembo’e’imi también por el angelito para pedirle a Ñandejára que lo reciba entre sus querubines y luego lo llevaron hasta la sede de la Comisaría 8.ª Metropolitana para denunciar el hallazgo mortal.
El caso quedó a cargo del fiscal Marcial Machado, quien ordenó el traslado del cuerpecito hasta el Departamento Forense para determinar cuánto tiempo de gestación tenía este pobre inocente. También lanzaron la alerta a los hospitales para ubicar a alguna parturienta sin bebé que aparezca para su atención médica.
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