ESTADOS UNIDOS. Un veterano de la Fuerza de Defensa Irlandesa Shay Bradley falleció y toda su familia se reunió alrededor de su tumba para darle un último adiós.

Todos muy tristes por la partida, llorando, hasta que alguien se adelantó y dijo que se debía cumplir el último deseo del veterano.

Comenzó a sonar una gaita irlandesa cuando unos golpes sonaron desde el interior del ataúd.

“¿Hola?, ¿hola?”, se oyó. “¡Déjenme salir! ¡Está muy oscuro aquí dentro! ¿Estoy escuchando al sacerdote? ¡Déjenme salir! ¿Hola? ¿Hola? ¡Puedo oírles!”, se escuchó que gritó el fallecido.

Todos los familiares y amigos se echaron a reír. En ese instante, se cumplió el último deseo de Shay Bradley.

Es que Shay preparó una grabación y pidió que se comparta en pleno entierro como último deseo. Cuando todos esperaban que sea algún discurso de despedida a su señora y sus hijos, ni pensaron que el hombre iba a hacerles una broma como esa.

Fue su hija quien compartió la grabación en su Facebook, y dijo que a su papá le hubiese encantado saber que hizo reír a mucha gente con esa broma.