Por Melizza Hebert.

Periodista.

Nueve de agosto de 1894, un aire de celebración colmaba los campos del pueblo de San Lorenzo, en donde a tempranas horas de la mañana, una comitiva jarýi de diplomáticos internacionales y ministros comenzaban a llegar. En aquella fecha se daría inicio a una historia que correría sobre rieles y trascendería el tiempo hasta llegar a nuestros días, en aquella fecha se inauguraban los servicios del pequeño tren “San Lorenzo” que posteriormente fue conocido como el “tren lechero”.

La locomotora funcionaba a vapor y pertenecía a una empresa privada que era propiedad del señor Cambell Olgibie, en la inauguración también estuvo presente don Marcos Morínigo, el presidente de la República de aquel entonces.

El “tren lechero” tenía su estación en la actual Avda. Defensores del Chaco, esquina España, donde ahora está el centro cultural que lleva ese nombre. “Según periódicos de la época, el trencito salía de San Lorenzo a las cuatro de la mañana todos los días y su pitada estridente funcionaba como despertador para todo el pueblo, porque los pasajeros del primer turno eran vendedores de diversos productos, como los de hortalizas que venían de Laurelty y las vendedoras de leche.

San Lorenzo era la huerta grande de Asunción, el proveedor del “mercado guasu”, contó a Crónica la Lic. Noemí Filipini, encargada del centro cultural de la ciudad. Por 42 años, el servicio del tren estuvo a cargo de los maquinistas Juan Bautista Pérez y “don Angello”, en 1936 el servicio terminó, esto porque la empresa a la que pertenecía cerró debido a la aparición de la compañía americana de luz y tracción que instaló una usina en Sajonia. Y con la llegada de la electricidad apareció el tranvía.

Partida: estación Belvedere

Cuando salía de Asunción, el tren iniciaba su recorrido en la estación Belvedere, actual España y Brasil, de Asunción, y transitaba por la avenida Colombia, que ahora es Mariscal López. Luego salía al costado de la Curva San Miguel, que era la primera parada, por eso es que ese lugar se denomina “Para uno”, por eso a la cancha de Olimpia se le domina así. Seguía su recorrido por Boggiani y salía en la actual Eusebio Ayala y ahí llegaba a San Lorenzo, pasaba por la Recoleta también por lo que muchas personas usaban el tren para ir hasta el camposanto.

Juan Bautista Pérez: el primer maquinista de la locomotora

Los días de don Juan Bautista Pérez transcurrían entre estar con la familia, dirigir la locomotora y pasar ¡cada anécdota!, que hoy para doña Concepción Pérez, una de sus hijas, son tesoros inolvidables. “Mi nombre es Concepción Pérez Sánchez, nací en 1939, y así tengo… bastantes años (risas). Soy la última de seis hijos de doña Josefa Sánchez, y don Pérez. Mi papá era el maquinista del tren y todos siempre que el tren venía a San Lorenzo salíamos a la calle a saludarle, yo era muy chiquita cuando eso, me acuerdo que contaban mis hermanos”, he’i la doña en medio de risas a Crónica.

MUCHO CONTROL

“Papá pasó por muchas cosas. Cuando terminó el tren, papá se fue a trabajar en la Armada y vieron ahí su libreta, que tenía casi 16 entradas en la cárcel, ‘uuh, no’ dice que le dijeron porque él siempre terminaba en la Policía para declarar en la Policía, porque en aquella época la mayoría de los trasnochados tenían la costumbre de ir caminando por las vías del tren o se quedaban a dormir ahí”, contó.

Colaboración para saber datos exactos

Son muchas las historias que corren al respecto, entre ellas las más populares son: “Que se desmontó y se utilizaron los hierros para obras públicas. Otra versión dice que se vendió a una compañía. No tenemos ningún dato exacto”, explicó Filipini a Crónica. “Por eso pedimos la colaboración de la ciudadanía para tener referencias, para por lo menos tener partes del tren en el centro cultural”, he’i.

ÚLTIMO VIAJE. El tren hacía su último recorrido a las 19:00 todos los días ndaje. La locomotora inspiró la música “Tren lechero” de Félix Pérez Cardozo.

LO QUE LLEVABA. Entre todo lo que se destinaba para el mercado guasu se llevaban verduras, chipa, mandioca, batata y frutas de estación avei.

UN GRAN AVANCE. Antes de que el trencito aparezca, todas las mercaderías que viajaban a la capital eran llevadas hasta allaite en carretas.

MUCHOS KILÓMETROS. 18 kilómetros de vías usaba el tren para desplazarse desde los campos del pueblo del santo mártir hasta la capital del país.

VELOCIDAD. El tren se desplazaba a 12 km por hora. Llevaba vagones de primera y segunda clase. Era una locomotora Warren Gaylord importada de Pittsburg, EE. UU.

PASAJEROS ILUSTRES. Cándido Silva, Saturio Ríos, Juan E. O’Leary, y muchos otros más que destacaron en la historia paraguaya en diversas áreas.

Crédito de foto: Archivos Centro Cultural «Tren Lechero» San Lorenzo.