“Por los cuerpos que aquí descansan en paz daría hasta mi vida, son mi segunda mi familia”, dijo.

“Daría mi vida por mis dos familias”, confiesa Clemente Espínola con un semblante duro y con una voz que impone respeto, experiencia. El don hace referencia a sus seres queridos a quienes abraza día a día en su casa, y también a las personas con quienes, de alguna u otra manera, se relaciona en su horario de trabajo y vela por cada uno de ellos.

“Lo mejor de mi trabajo es estar en un entorno peculiar, silencioso, acogedor. Tengo que estar en contacto con el aire y de alguna un otra manera con las almas”. La labor a la que se refiere con tanto cariño y amor es la de seguridad en el cementerio. “Hace más de 26 años que mi vida gira en torno a panteones, nichos y cruces”, añadió don Clemente, quien vigila todos los días a los que descansan en paz en el cementerio de Barrio Obrero.

“Si a los que aquí están les pasa algo, yo no me lo perdonaría”, dijo mientras recorría entre los panteones siempre con la mirada atenta y con su fiel compañera: su escopeta. El karai se ganó el mote de espanta “robahuesos” y “satánicos”, ya que estos piensan una, dos, tres veces para ingresar a hacer sus macanadas en el citado camposanto porque saben que allí se encontrarán con don Clemente sí o sí.

“Me tienen todo miedo luego esos que quieren entrar a robar (huesos, cruces, etc.) y los satánicos que quieren ingresar a hacer sus macanadas. Siempre estamos atentos y no permitimos que ingresen. Como te digo, por los cuerpos que aquí descansan en paz y por el cementerio daría hasta mi vida”, finalizó.

“Ya me tocó tirar cientos de macumbas que encontramos”

Don Clemente comentó que los que intentan robar huesos le causa tristeza. “No podés hacer eso. Es algo tan feo”, dijo. Además habló que ya le tocó tirar varias macumbas que dejaron en el camposanto. “Me tocó tirar cientos de macumbas que encontramos. Dicen que no hay que tocar esos “rituales”, pero si eso fuera cierto hace rato ya tenía que ser un sapo o qué de tanto que ya toqué (ríe).

“Una madrugada llegaron dos tipos vestidos con capa negra en fecha de Halloween y quisieron entrar, pero no les dejé. Querían hacer sus trabajos. Ya encontré de todo, hasta monedas con las cuales muchas veces ya salvé para mi pasaje”, dijo entre bromas.

Los Póra que hicieron correr a ¡damnificados!

El “seguridá” he’i que esos dichos que en los camposantos ocurren hechos paranormales son ciertoite voi. “Cuando llueve sí o sí se escuchan gritos, pero sí o sí luego”, dijo. Comentó que una vez un grupo de damnificados que acampó en la vereda del cementerio tuvo que correr por culpa ¡de los Póra! “Hace un tiempo los damnificados acamparon a metros de la muralla del cementerio sobre 21 Proyectada y en una de esas noches nos llamaron porque dijeron que escucharon un grito desesperado de una mujer. Nosotros ya entendíamos lo que era, pero ellos no y se asustaron mal y abandonaron el sitio”, contó.

El panteón más visitado por los estudiantes

En el cementerio de Barrio Obrero está el panteón de una mujer de nombre Francisca Villalba, el cual está repleta de placas y escritos de agradecimientos. Le llaman la “santa” del cementerio.

“La gente se llena en ese sitio casi todos los días. En esta época son más los estudiantes que vienen para pedirle que les ayude a pasar los exámenes finales”, comentó don Clemente quien es testigo de esos momentos.

Tren del lago está a punto de hacer “chucu chucu chu”

La Municipalidad de Ypacaraí aprobó el presupuesto y pondrá los 230 millones de guaraníes que precisa el tren del lago para la reactivación y desarrollo de obras. Con esto, la locomotora N.° 60, más conocida como “El Inglés”, pondrá su puesta en marcha muy pronto.

Honesto: encontró una billetera y lo devolvió al dueño

Don David Irala demostró que la honestidad es algo que aprendió muy bien de sus padres. En la dirección de Humaitá entre Colón y Montevideo encontró una billetera que contenía dinero y documentos. Pudo contactar con la dueña y se la devolvió asiete. “Es algo que todos debemos de hacer. La honestidad es fundamental en la vida de una persona”, dijo.

Chuparon 72 mil litros en la fiesta de la “chevecha”

Un éxito total fue la 42.ª edición de la tradicional fiesta de la cerveza “Choppfest 2019” en el Club Deportivo Alemán de Colonia Independencia. Más de 72 mil litros de la rubia espumante se prepararon y se chupó todo. Cientos de personas, de todas partes del país, disfrutaron de la festichola.