Mientras la mayoría de los ciudadanos duermen en Asunción, Israel Acosta (31) está despierto, pero sobre todo atento en la pesca de algún pasajero. Trabaja como conductor de Uber por las noches y madrugadas. Precisamente, hace unos días le tocó acercar a un pasajero que vive en la cercanía del Cementerio de la Recoleta, de la capital. Al volver, el cansancio se apoderó de él. El reloj marcaba que eran las 2:30 de la madrugada, por lo que Israel decidió estacionar su vehículo chururú frente al camposanto, y descansar hasta que el celu le avise que alguien necesita de su servicio.

A partir de allí, un extraño suceso lo dejó sin aliento y con mucho temor: asegura que ¡un póra subió a su vehículo! “Me dormí unos minutos frente al Cementerio de la Recoleta porque estaba muy cansado, luego de hacer varios viajes y preferí descansar un poco para luego continuar”, dijo Israel, quien quiso compartir su historia con Crónica. “Al despertar miro el reloj y veo que son las 3 de la madrugada, arranco el vehículo y en ese momento alguien me sujeta de hacia atrás, no dejaba que me mueva. Volteo para ver quién estaba, y solo veo una figura oscura que parecía la de una mujer, sentía su presencia fuertemente”, añadió. “Ahí me di cuenta de qué se trataba. No sabía qué hacer, sinceramente estaba muy asustado, ¡un alma en pena estaba en mi auto!”, confesó el conductor de Uber. “Luego me suelta y siento como que se va”, dijo.

El joven, desconcertado, intentó buscarla, pero la perdió de vista casi de inmediato. “Fue hacia la dirección del cementerio, ahí ya me di cuenta realmente de que se trataba de un fantasma, espectro, póra o como quieras llamarlo”, finalizó.

“Me dijeron que es un alma en pena que siempre está por ahí”

Israel comentó que siempre escuchó historias que va más allá de la razón en torno al Cementerio de la Recoleta, pero que no creía del todo, pero que luego de lo que le pasó sí lo cree. “Siempre escuchaba a los que trabajan en el cementerio contar sus historias, pero nunca les di importancia. Pero de ahora en más sí creo”, dijo.

“Averigüé en el camposanto con los funcionarios y me dijeron que la que subió a mi vehículo es un alma en pena que siempre está por ahí y que ya se le apareció a muchos”, añadió. El joven dijo que de ahora en más lo primero que hace al subir a su vehículo es la señal de la cruz y rezar al barbudo de arriba. “Eso me da fortaleza y me va a proteger de cualquier extraño suceso que pueda pasar”, dijo.