No va a faltar quien se ponga a decir que el Flamengo es un campeón de América a lo “Ciclón”. Ni tampoco el que asegure que “solo los campeones saben lo que se siente”. Pero la verdad de la “milanesão” es que la Copa Libertadores se tiñó de rojo y negro y se fue para Brasil.
El equipo de Robert Piris Da Motta, que jugó los últimos minutos del encuentro, tuvo una reacción impresionante cuando se iba el partido y en tres minutos pasó del velatorio al carnaval carioca.
Después de estar abajo en el marcador, porque Rafael Borré cerró una excelente jugada colectiva sobre los 14 minutos de juego para dar el triunfo parcial a River Plate, el elenco rapai pareció “perdido” en la cancha. Sin embargo, se “despertó” cuando todos lo daban por “muerto” para levantar ni más ni menos que el trofeo más preciado en toda Sudamérica.
El gran héroe de la tarde en Lima fue Gabriel, el delantero de 23 años que en los minutos 89 y 90+2 sacó un par de goles de la galera para dar un triunfazo histórico al “Mengão”, que llegó a su segunda Copa Libertadores después de 35 años.
Así, el Flamengo se quedó con la primera final única que se disputó en la historia de la Copa Libertadores, en un estadio con un marco “Monumental” en Lima, que hizo posible la gran fiesta del fútbol como se esperaba.
MÁS DATOS
¿FUE CÁBALA?
Dato increíble o no, esta es la segunda Copa Libertadores que ganó el Flamengo. La primera fue en 1981. Ambas, las obtuvo un 23 de noviembre. ¿Casualidad?
SE LLEVÓ EL ANILLO
El gran trofeo “extra” que tuvo esta edición de la Libertadores fue el anillo de oro y diamantes para el jugador más valioso del partido. Se lo llevó Bruno Henrique.
De la “maldición” a la gloria
Una de las cosas que más se comentó segundos antes del encuentro fue la “tocada” que le bajó Gabriel a la Copa Libertadores, puesta en su pedestal. Como se sabe, en las “costumbres peloteras”, el ponerle la mano al trofeo antes de tiempo es sinónimo de mala suerte. Sin embargo, para el “garoto” fue todo lo contrario: hizo los dos goles y salió campeón.
Festejó con
la tricolor
Robert Piris Da Motta, flamante campeón de la Copa Libertadores, festejó con una postal “Monumental” en Lima: posó con el trofeo y además lució una bandera paraguaya. ¡Un ídolo!
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