Por Tatiana Moreno

Periodista

¿Quién no se habrá sacado alguna vez una foto con este famoso caballito? Sin duda alguna forma parte de la infancia del rollete y hasta ahora está más solicitado incluso que la mismísima Virgencita de Caacupé.

El “caballito de batalla” de un grupo de fotoskis de la capital espiritual del país cumple sus 35 años de vida y está re-tuneado para salir bien lindito en las fotos con peques, adultos y hasta abuelitos.

Rubén Flores (67) es uno de los fotógrafos que saca las fotos a la gente que posa con el animalito de gua’u y relató que está intacto (el caballito) y que cada año lo que hacen es arreglarlo bien para que reciba lo más churro posible a la gente.

“Hace 30 años me acoplé al grupo de fotógrafos que trabaja en esto y cinco años antes ya había nacido el negocio. O sea que tiene ya 35 años. Lo que hacemos es cambiarle el forro y dejarlo en buen estado para que salga en la foto”, dijo el karai. Aunque llegó la era del celu hace varios años ya y la tecnología avanza, igual nomás los niños quieren llevar su foto impresa de recuerdito. Pero no solo los peques piden sacarse una foto con él, sino que también la gente grande, ra’e.

“Viene gente ya adulta que hace 20 o 30 años que ya se habían sacado foto con el caballo y se vuelven a sacar ahora para tener de recuerdo y comparar con esa foto antigua”, agregó. Los tiempos cambiaron y eso hizo que estos fotógrafos avei se modernicen. Ya ahora tienen una máquina mucho más linda que revela la imagen más nítida y en un minuto ya tenés tu foto. Antes tardaban 15 minutos por ahí.

Diez fotógrafos laburan en el negocio y les va muy bien he’i

Un grupo de fotógrafos hace 35 años que empezaron con el negocio del caballito en la capital espiritual del país.

El tradicional “juego” fue sumando más y más fotoskis en el transcurso de los años, pues a diferencia de lo que se piensa sigue siendo un atractivo para el rollo y un exitazo total.

Ahora mismo son 10 los profesionales que se encargan de hacer las fotos y se turnan de a cinco día de por medio.

Los laburadores contaron que actualmente con la llegada de la tecnología lo que hay son muchos vivarachos que piden gua’u que les saque una foto a su retoño y cuando el fotógrafo se va a revelar en su máquina ya le saca la foto de su celu (al hijo) y rajan del lugar sin pagar.