Nació en Caazapá (compañía Arroyo Porã), tiene 20 años y es un optimista empedernido, siempre piensa en positivo. Su club hizo una pésima campaña a lo largo del 2019; sin embargo, en medio de la tormenta, él fue uno de los de mejor rendimiento; hablamos de Luis Enrique Ibarra Recalde, quien conversó con Crónica sobre lo difícil que es para un futbolista del interior llegar a la capital e intentar triunfar.

“Nada es fácil para los que venimos del interior, tenemos que hacer un doble esfuerzo”, dijo el atleta que hace 5 años defiende los colores del Sportivo Luqueño.

Luis comenzó en la Escuela de Fútbol de Guaraní, luego volvió a su pueblo para defender los colores del club Teniente Fariña de Caazapá y desde los 15 años está en Luqueño.

“Hace cinco años que estoy en Luqueño, un club que me brindó muchísimo en los últimos años. Pasé momentos difíciles, pero también pasé momentos buenos. Luqueño es un club muy lindo, que tiene una gran hinchada, una pena que no se nos dieron los resultados que queríamos cuando comenzó el año”, relató.

La campaña del equipo auriazul no fue buena esta temporada, con 18 puntos en 20 partidos el hoy conjunto de Celso Ayala ocupa el último lugar de la tabla de posiciones, sí; el “Chanchón” es colero del torneo.

Para Ibarra los únicos responsables de estos números son los jugadores. “Nosotros somos los únicos responsables de esta mala campaña porque somos nosotros los que entramos a la cancha, los que jugamos. La dirigencia siempre se esmeró para darnos lo mejor en todos los aspectos”, apuntó.

LO DIJO

“Hace cinco años que estoy en Luqueño, un club que me brindó muchísimo en los últimos años. Pasé momentos difíciles, pero también pasé momentos buenos”

“Nosotros somos los únicos responsables de esta mala campaña porque somos nosotros los que entramos a la cancha, los que jugamos”

UN GRAN SUEÑO SER CAMPEÓN

Para el atleta de 20 años estar en una institución como Luqueño es un gran compromiso y admitió que le gustaría ser campeón antes de emigrar a otro equipo. Cumplir con este sueño en el 2020 no será fácil.

La familia, un factor clave en su vida.

Para un chico del interior que tuvo que dejar su casa siendo casi un niño para venir a la capital a probar suerte, el apoyo familiar fue, es y seguirá siendo más que importante.

Luis Ibarra reconoció que muchas veces se hace difícil estar lejos de sus padres, pero el esfuerzo que viene haciendo desde hace años también es por su papá y su mamá.

“La familia es clave porque son los que siempre están en los momentos difíciles, en las buenas y en las malas. Cada vez que puedo voy a visitarlos a Caazapá. Para todo jugador la familia es una parte grande del éxito porque la carrera del futbolista no es fácil”, gatilló.