Mientras la Villa Serrana estaba rebosante de oración, paz y fe, llegó para la misa central, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, quien no fue bien recibido por los visitantes de la Virgen de los Milagros. En medio de gritos y silbidos, en donde más resonaba el “fuera”, “vendepatria”, “sinvergüenza”, “bandido” y hasta el famoso “desastre ko Marito”, llegó el jefe de Estado y haciendo oídos sordos se acercó hasta la primera fila para escuchar la misa.
Tras el abucheo inmenso que sufrió el Presi decidió no emitir ningún comentario a los medios de prensa durante su visita. Según indicaron, únicamente lo acompañaron sus colaboradores más cercanos, como el ministro del Interior, Euclides Acevedo. También en el primer cordón frente al altar estuvieron Sandra Quiñónez, fiscal general del Estado; los ministros de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Giménez y Manuel Ramírez.
La esposa del Presidente no lo acompañó en la oportunidad. Mario Abdo había anunciado días atrás que no iba a participar de la celebración central en honor a la Virgen debido a que pretendía viajar con días de anticipación a la asunción del presi argentino Alberto Fernandez. Trascendió que este año no quería exponerse a un nuevo escrache, como el ocurrido el año pasado.
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