“La estrella Santa Cruz” le puso doña Prince a uno de sus fuegos artificiales cuyo nombre real es “estrella voladora”

Los mbocavichokuéra hace como dos semanas que ya están a la venta de aquí para allá e incluso ya están teniendo a full la venta he’i. Quienes no pierden su estilo simpaticón y muy peculiar son los vendedores de la Plaza de la Amistad, que está ahí cerquita nomás del Mercado 4. Y como cada año ya le pusieron nombre y todo a sus bombitakuéra.

Roque y Tarragó ya se venden como mbocavicho y es la genia de las bombas doña Silvia Cabrera, más conocida como ña Prince, quien cranea todos los nombres que le va a poner a las mismas para poder ganar así más clientela.

“La estrella Santa Cruz” es uno de los mbocavicho que está llamando la atención del rollete. Se trata de unos fuegos artificiales cuyo nombre real es “estrella voladora” y cuesta 60.000 guaraníes. “Como Roque es la estrella del momento y encima vuela en la cancha, le pusimos así y encima son fuegos artificiales que es sinónimo de festejo”, dijo ña Prince.

“El globo de Tarragó” es otro de sus inventos. “Es un globo aerostático que se vende mucho siempre por ahora para las fiestas. Vuela alto pues y de repente puuum okapu y se cae otra vez, por eso lo de Tarragó”, siguió. El precio es de 15.000 (chico), 25.000 (mediano) y 35.000 (grande).

Por otro lado contó que mantienen el clásico de 1.000 guaraníes con el ajito, fosforito y la estrellita.

DATO

VENDEDORES

Todos los días están los vendedores de bombas en la plaza La Amistad sobre Ana Díaz y Pozo Colorado. Están en inmediaciones del Mercado 4 y atienden desde temprano hasta la medianoche.

Marito es “la cañita silbadora” ndajeko

Quien no se salvó jeýma este año fue Marito. Avei tiene su propia bombita. “La cañita silbadora” le tocó a él. “Silba nomás, anda así tranquilo por la vida y no hace nada”, dijo ña Reina. Este tiene un costo de 5.000 guaraníes por paquete. Por otro lado contó que siempre tiene el “perrito cagón” que está a 5.000 guaraníes cada uno. El cebollón hay desde 1.000 guaraníes. “Vendemos el cebollón que es inofensivo por una cuestión de resguardar a los niños”, he’i. Agregó que ahora mismo ya hay mucho movimiento.