Una estrella más se sumó al firmamento con la partida de Brunito Martínez, una muerte que enlutó al país entero. El angelito se había ganado el corazón del pueblo paraguayo e incluso de estrellas internacionales de la talla de Ricardo Montaner, con el que llegó a cantar y todo.

La profesora de escuela de Brunito, Sonia Salinas, fue a despedirlo en el velorio y lo recordó como un verdadero ángel, ya que el niño desbordaba de amor y bondad. “Era un niño muy querido por todos sus compañeros y las profesoras en el jardín, también por los padres de los niños. Se hizo querer. Es un ser de luz. Creo que es un ángel que vino del cielo para enseñarnos por sobre todas las cosas el amor al prójimo”, he’i la maestra.

La docente compartió muchísimo con el “amiguito de Dios”, quien ojepasea de brazo en brazo con las otras maestras que se disputaban entre sí para alzar al guerrerito, quien peleaba a brazo partido por su vida.

“Es el ser más hermoso que pude haber conocido. Les pude decir a sus padres que tienen un hijo maravilloso. Es un excelente niño, educado, tierno y amoroso. Sentimos mucho que no esté más con nosotros”, agregó la mbo’ehára.

Pese a su corta edad, él no se daba por vencido anga, su profe imandu’a que el mitã’i le pedía que fuera sus piernas, porque él no podía utilizar las suyos. “La lucha que él tenía era una carga muy pesada. Descansa también ahora, está de donde vino”, agregó.

EL DATO

MILES DE PERSONAS

Miles de compatriotas fueron hasta el domicilio de este verdadero campeón para despedirlo. Luego lo acompañaron a un camposanto ubicado en la ciudad de Presidente Franco, en Alto Paraná.

Tío de Brunito destacó fuerza de los padres

El señor Francisco Martínez, tío de Bruno, destacó las batallas ganadas por su sobrino durante el tratamiento y la fortaleza de sus padres, ya que debía dializarse cinco veces al día y tomar todos los remedios. “Su mamá y su papá son dos incansables que batallaron mucho por su hijo porque la vida de Bruno requería mucha atención y dedicación”, señaló el karai.

“Su muerte fue inesperada y tomó por sorpresa al país”

Javier Vargas fue el joven quien se había ofrecido a donarle un riñón a Brunito, pero por culpa de la ley no se pudo concretar. Él conversó con Crónica: “Recuerdo que me dijeron que no importa si soy compatible que no se podrá hacer nada, ya que la ley vigente no permite la ejecución de trasplantar órganos de un donante vivo a otro paciente, si no es su pariente”, comentó.

La noticia de la muerte del niño lo tomó por sorpresa. “Es un momento muy difícil, su muerte fue muy inesperada, a todo el país le tomó por sorpresa”, agregó.