En el Hospital del Quemado los regalos llegaron atýra. Un grupo de voluntarias se encargaron de mantener la magia en el nosocomio.

Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron haciendo su recorrido en los distintos hospitales del país y uno de ellos fue el Centro Nacional del Quemado (Cenquer). Los chiquitos que fueron para su control ambulatorio y en especial los que están en sala de recuperación recibieron con una sonrisa de oreja a oreja y hasta con besitos los regalitos que fueron entregados por un grupo de voluntarios del nosocomio.

“Fue un trabajo que hicimos en conjunto con voluntarios del hospital. Están entre ellos las enfermeras y personas que sufrimos en algún momento de nuestras vidas también quemaduras”, contó la voluntaria Sandra Gómez.

Los chiquitos recibieron pelotas, muñecos de superhéroes, muñequitas y otros juguetes que demasiado les gusta a ellos. La consigna de “mantener la ilusión” y darles un poquito de esperanza a los niñitos se mantiene de esa forma.

“Preparamos muchísimos juguetes porque hoy también vinieron los pacientes ambulatorios para sus curaciones y nos avasallaron (risas). Afortunadamente nos preparamos y juntamos la cantidad de juguetes que necesitábamos para cumplir con todos”, agregó.

Las enfermeras contaban mientras se hacía la entrega de regalos que ya fueron testigos de varios episodios tanto felices como tristes. Agregaron que “cada camilla tiene su historia”. “Acá vemos, pasamos y sentimos muchas cosas. Los niños nunca pierden la inocencia y esto les da una pequeña alegría”, contó una de las enfermeras. En el nosocomio hay niños de todos lados. O sea que llegan de todas partes del país.

El guerrero Benja recibió con alegría sus regalos

El pequeño Benjamín es un chiquito de 1 año 11 meses. El chiquito anga se quemó con cocido caliente el 31 de diciembre y tuvo que pasar el Año Nuevo en el hospital. Ayer, luego de lo mal que pasó el día de su accidente, se lo veía alegre, vigoroso y con mucha energía. Hasta besito le tiraba a los doctores y a los que lo visitaban.

Afortunadamente el peligro pasó y está ya en sala de recuperación. “Fue el día más desesperante y angustiante de mi vida. Fue en un descuido. Mi hijo estaba al lado mío, el cocido estaba arriba de la pileta de lavar cubiertos y cuando me di la vuelta él ya agarró. Se le derramó por la cara, parte del pecho y la pancita”, contó Liz Espinoza (35), mamá del chiquitito.

El pequeño Benja cada vez está mejor, ya no siente dolor y el próximo 10 de enero cumple su segundo añito de edad.

EN TODOS LADOS. Así como en el Hospital del Quemado, recibieron regalos también otros niños que están internados en otro nosocomio. Payasos y grupos que se dedican a visitar hospitales se re-prepararon para eso.

EN TERAPIA. Los peques que se encuentran en terapia intensiva también recibieron sus obsequios. Se tuvo mucho cuidado con los pequeños, ya que ellos todavía están delicaditos y solo los padres pueden verlos.