Carlos Alvarez fue la primera persona en someterse a una intervención de implante de mano en nuestro país. Tras su alta, contó su experiencia.

• PAÚL FERNÁNDEZ
• Periodista

Acariciado por la luz solar, su rostro solo expresaba felicidad al salir de su vivienda. Su sonrisa confirmaba que la alegría que sentía era muy grande por todo lo que le tocó vivir. Él es Carlos Álvarez, un joven de 23 años, laburador y muy honesto, para quien la vida ya no va a ser igual después de la gran prueba que tuvo que superar.

“Todo lo que pasó para mí fue un milagro. Pensé que ya no iba a tener mi mano, pero gracias a Dios y a los doctores eso no pasó”, dijo emocionado el joven a Crónica, quien por un accidente laboral en la metalúrgica en que trabaja se le amputó la mano con una guillotina.

Tras un intenso trabajo médico, terminó siendo el protagonista del primer implante de mano en nuestro país.

Dejarse vencer por ese duro suceso nunca estuvo presente en la mente de Carlos. “Yo lo único que hice fue dejar todo en manos de Dios, que se haga su voluntad”, afirmó. El pasillo del área de traumatología del IPS se llenaba de pisadas nerviosas de los médicos y familiares de Carlos. Luego de varios debates y análisis, al fin salió la decisión.

“Un camillero se acercó a mí y me dijo ‘te van a poner otra vez tu mano, te van a poner otra vez tu mano’… y para mí ahí fue… guau”, comentó Carlos con una sonrisa de oreja a oreja.

Aseguró que ahora está más que agradecido por todo lo que familiares, amigos y médicos hicieron por él para recuperar una parte de él que creía perdida. “Todos hicieron algo por mí, y eso me dio fuerzas para luchar también”, le bajó el mitãrusu.

Reacción rápida de compañeros ayudó para recuperar la mano

La intervención se dio gracias, entre otras cosas, a la rápida reacción de sus compañeros. “Pudieron implantarme mi mano porque el corte fue limpio, no había desgarre. Y también porque mis compañeros y mi jefe llevaron mi mano conservada en frío. A quién se le ilumina así meter la mano y conservarla”, explicó Carlos.

La operación fue casi inmediata, y por casi un mes estuvo bajo la atenta mirada médica. “Muchas personas se quejan del servicio del IPS, pero yo puedo decir que fue excelente todo, desde los doctores, las licenciadas…”, explicó. Carlos logró su alta luego de 26 días internado.

“Fue difícil y nos unió más como familia”

El ambiente se volvió melancólico en el Barrio Yka’a de la ciudad de Luque. En medio de lágrimas, doña Adela Alvarez, madre de Carlos, recordaba sus idas y venidas al centro asistencias. “Fue muy difícil para nosotros pero lo sucedido nos unió más como familia. Todos nos ayudamos y pudimos conseguir que mi hijo recupere su mano” expresó. Para esta mujer, ninguna adversidad es insuperable, ya que según ella, con la contención familiar con la que cuentan pudieron sobrellevar todos los tropiezos. “Yo soy separada y tengo ocho hijos, siempre les acompañé en todo” explicó.

CONOCIDO. Adolfino Duarte, el hermano, contó que Carlos se volvió muy conocido en todo el hospital debido a la intervención a la que fue sometido. “Todos le venían a visitar, por su forma de ser también” dijo.

RECUPERACIÓN. En cuanto a la recuperación, Carlos aseguró que tendrá que someterse a sesiones de fisioterapia por al menos un año. “Mi recuperación va a ser bastante larga, pero tengo todo el ánimo” he’i.

MOVILIDAD. Carlos comentó que los médicos avei le dejaron en claro que probablemente no recupere totalmente la movilidad de su mano pero que al menos 50 o 75 por ciento si lo hará. “Vamos a ver que pasa” , he’i.

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