Dicen que la fe mueve montañas… y tal vez pensando en esta frase Francisco Arce y sus jugadores visitaron ayer a la Virgen de Caacupé.
El fútbol y la religión tienen una relación muy estrecha, y más en los países de Latinoamérica. En Paraguay los dirigentes, futbolistas y ni hablar de los hinchas, siempre se encomiendan a la Virgen de Caacupé antes del inicio de un torneo, de un partido importante o de cualquier evento relacionado al deporte rey.
El próximo 17 de enero arrancará el torneo Apertura, el primer gran desafío del año para los 12 clubes de Primera División y todos quieren que la Virgen “les ayude”.
En este sentido el plantel de Cerro Porteño, encabezado por su técnico Francisco Arce visitó ayer la capital del departamento de Cordillera para pedirle a la mamá guasu de todos los paraguayos que les bendiga de cara a una temporada 2020 que se percibe será durísima para el Ciclón.
“Chiqui” ¿le habrá pedido algún refuerzo importante?”, y es muy probable, sobre todo teniendo en cuenta que hasta ahora oficialmente Cerro Porteño anunció la contratación de solo dos refuerzos, Miguel Martínez y Enzo Giménez, ambos provenientes de General Díaz, algo que no convence ni satisface a los hinchas azulgranas.
Solo es cuestión de darle una mirada rápida a las redes sociales para corroborar la disconformidad de los aficionados del elenco de Barrio Obrero por el tema “refuerzos”.
Los hermanos Raúl y Juan José Zapag continúan buscando algún que otro fichaje de acuerdo a lo que les permite la economía del club. Lo único seguro es que así como están las cosas el cerrista le rezará muchas veces a la Virgen de Caacupé este año.
Comentarios