¡Cómo no recordar a doña Teresa Galván! Tal vez el nombre no te diga mucho, pero es la señora del meme del jakare yrupẽ ¿Te suena? Sí, ella misma. A dos años del guarara que se armó tras viralizase su foto con la feró planta que apareció en Limpio, doña Tere recuerda con gracia ese momento que aunque hoy es una anécdota cargada de buena onda, avei le hizo pasar un mal rato

“El meme sigue, veo que siguen compartiendo, pero yo solo me río de los chistes. Ahora mismo lo tomo con onda”, empezó su relato a Crónica. En esta época, en el 2018 habían aparecido cientos de plantas de jakare yrupẽ en el río Paraguay en la zona de Piquete Cué (Limpio) y muchos –a más de ir a sacarse fotos– llevaban las plantas como lo hizo doña Teresa.

Pero ella lo había hecho por un motivo muy especial: aliviar el asma que sufría su madre, algo que la aqueja constantemente, ya que he’i esa planta es muy buena para eso.

“No creí que iba a llegar a tanto. Me dio mucha gracia al principio. Unos jóvenes me sacaron la foto y yo posé con entusiasmo, pero luego la gente ya empezó a criticarme en las redes y se empezó a decir que me iban a multar, ahí si que ya pasé muy mal”, recuerda.

Las aguas se calmaron y ahora ya lo toma todo con onda he’i. Mostró a nuestro equipo periodístico incluso una parte del jakare yrupê (todo seco ya) que todavía tiene con ella. “Es enorme y eso se consume de a poco nomás y como mi mamá no vive conmigo, ella llevó una parte para seguir tomando”, expresó.

“La gente es muy cruel en las redes, a mí me condenaron por una planta. Pero mi marido me apoyó bastante y pude superar… y ahora solo me río de los chistes”, siguió.

Hasta su familia le cañeó luego del sarambi en redes

Aunque en principio le pareció simpático, cuando la gente ya le empezaba a escrachar en redes y la trataban de “ladrona” por llevarse la planta, ella entró en crisis. “Mi hermana me llamó esa vez, me dijo ‘sos la vergüenza de la familia’. Cuando escuché eso lo primero que hice fue agarrar mi vehículo, pensaba en suicidarme porque ya no aguantaba más. Pero me fui junto a un pa’i en la iglesia de Luque y yo creo que gracias a él sigo acá”, explicó.

Doña Teresa fue por muchos años chipera en la zona de la Curva de la Muerte. Como fruto de su esfuerzo hoy tiene una despensa en su casa en Luque.

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