Cuando culmina la Intermedia, “B” y “C” en nuestro país, los peloteros hacen maravillas para salvar el puchero. Desde barrer patios ajenos a jugar partidos por apuestas

POR JORGE IZQUIERDO

Hay cientos de historias en el ascenso paraguayo, donde muchos peloteros tienen un sueño: el de llegar a la Primera División.

Pero la realidad muchas veces es tan dura que a veces obliga a abandonar esta actividad. Los motivos también son muchos, el poco salario que perciben los atletas, las precariedad que existe en los clubes, y algo peor, en los casos de los peloteros que vienen del interior: el techaga’u a sus familiares.

Crónica charló con Cristian Fonseca (20 años), quien el año pasado jugó en Tembetary (Primera B). “Es triste que el ascenso termine antes de fin de año y después se tenga que esperar casi 4 meses para que vuelva a iniciar. Yo estoy acá en casa (Hernandarias), entrenando por mi cuenta y ayudándole a mi mamá en lo que puedo. A veces me voy a limpiar patios ajenos, lavo las rejas. No tengo vergüenza para decirlo. Estoy procurando llegar a ser un jugador profesional y sé que eso implica mucho esfuerzo”, le bajó el volante de Tembetary.

¿Para vos, qué es lo que más te costó al llegar de Hernandarias a Asunción?, fue la consulta que le hicimos a Cristian, y sin dudar dijo que “la verdad, ese apego hacia la familia es lo que más cuesta. Yo extraño mucho a mi mamá, es con ella con la que estoy más conectado. Trato de ser consciente que estoy peleando

Le aplica al fútbol de salón y a los chutes por apuestas

Cristian no solo limpia patios ajenos, sino que también hace uso de sus dotes como jugador y se gana algo de platita para llevar algo a su casa. “Cuando termina el ascenso, vengo a Hernandarias y juego fútbol de salón acá en la liga. A veces me llevan a jugar partidos de desafío, donde se juega por buena plata y me voy. Me pagan una suma que me salva algo. En Foz de Yguazú solemos ir a jugar (cancha grande), ahí hay mucha gente de plata que hacen desafíos”, remató nuestro entrevistado.

El noble gesto que tiene con su madre

Cristian es un agradecido con su mamá. “Con lo que gano en Tembetary le estoy pagando la Facultad a mi mamá. Está estudiando Derecho. Quiero que logre su objetivo. Ella hizo mucho por mí y en lo que pueda siempre voy a ayudarla”, sintetizó.

Sus cualidades y el rapai al que admira

En cuanto a sus características, Cristian nos comentó que “soy chiquito, pero rendidor. Me cuido bastante y eso me ayuda a estar bien físicamente. Admiro mucho a Casemiro (brasileño del Real Madrid), corre una barbaridad, trato de tener el recorrido que él tiene en el campo de juego. También me gusta mucho Marco Verrati (italiano del PSG), es medio bajo y muy técnico”, tiró el hernandariense.

Cristian está en Tembetary hace tres años, ya logró ser campeón en la Primera C y este año buscarán ser de Intermedia para el 2021.

Opesca para ver si le sale algo bueno

En cuanto a situación actual con el exequipo de Nelson Haedo, Fonseca expresó que “yo sigo siendo jugador del club. Espero alguna chance de por ahí si surge algún llamado de algún equipo de mayor categoría. Todo eso maneja Daniel Campos (empresario que maneja Tembetary). Si no se da, voy a seguir jugando en Tembetary. El año pasado estuvimos cerquita de ascender, pero por cosas del fútbol no se nos dio”, finalizó.

33 PARTIDOS

Es lo que Cristian Fonseca jugó el año pasado en Tembetary. La Primera B tiene 34 fechas. La cábala del volante es portar una pulsera de la buena vibra, en cada chute.

NO TIENE

El esteño admitió que no tiene tatuajes y que es de rezar mucho. Se definió como un tipo más tranquilo y familiero.

“MUCHOS JUGADORES DEL ASCENSO ESTÁN JUGANDO POR EL INTERIOR. HAY QUE HACER ALGO, MUCHOS TIENEN HIJOS QUE ALIMENTAR”

CRISTIAN FONSECA

Jugador de Tembetary