La joven trabaja en el local de su padre hace 5 años y contó que ya tiene muchos clientes

Su amor a las herramientas y rodados no vino caído del cielo, su héroe de la vida la llevó hasta eso. Desde su infancia, la curiosidad la fue guiando hasta lo que hoy día en su mayor pasión. Dahyana Candia tiene 21 años, vive en Isla Bogado, Luque, y demuestra que sus fuerzas no son menos que la de un hombre, puesto que ella también llegó a ser una “mecánica”. “Desde hace 7 años que estoy en esto. Mi papá es mecánico y me solía llevar a su taller, ahí me di cuenta que esto era para mí”, dijo la joven y agregó: “Al principio no le gustó porque me decía que solo era para hombres, pero le convencí con mi trabajo”.

Las ganas ya latían dentro de Dahyana, según ella, sus manos, su mente y su corazón estaban preparados para poder servir en esta gran profesión que asegura llevará de la mano siempre. “A mí me encanta la mecánica de autos, ese en realidad es mi fuerte. De motos solamente suelo hacer gomería cuando necesitan”, dijo avei la capa.

Dahyana contó que para adquirir más confianza de parte de los clientes se está preparando, puesto que está en el segundo año de la carrera Mecánica Automotriz. “Mi gran sueño es poder montar mi propia mecánica en donde le pueda dar oportunidad a todas las chicas para que trabajen. Quiero un equipo femenino”, le bajó la mujer. La mecánica valécha contó que desde hace hace 5 años está laburando en el local de su papá, don Carlos Candia, y que a estas alturas del campeonato, prácticamente ella nomás ya hace todo.

“No me dejaban tocar su vehículo”

Sin lugar a dudas en nuestro país el machismo está más que fuerte aún. Muchos siguen con el chip de que este rubro no es para para las mujeres. Dahyana contó que en su camino laboral ya tropezó con varios de estos, pero que aprendieron solitos la lección.

“Muchos llegaron y pidieron servicio de lubricación, me vieron que iba a ser yo la que iba a hacer y no me dejaban tocar su vehículo. Después volvían solos y hasta me pedían disculpas”, expresó.

Asimismo, Dahyana aseguró que mientras otros jodían, en su época de colegiala ella hasta ya le arreglaba sus motos a sus compañeros. “Primero no confiaban, después les arreglaba su moto y ya creían en mi trabajo. Ahora son todos mis clientes”, afirmó avei.

DATOS

OTRA COMPA

Dahyana aseguró que luego de que haya empezado a laburar en la mecánica de su padre, abrieron oportunidades a otras chicas. “Tenemos otra compañera que está en la parte de lavaderos”, dijo a Crónica.

HASTA AL RALLY

La mecánica contó que está tan metida en el arreglo de autos que hasta se suele ir a ayudar en el rally y todo. “Me suelo ir con mis primos. Les ayudo con las camionetas cuando se quedan en el barro”, he’imi.