El 28 de setiembre del 2019, una investigación realizada por el diario Crónica destapaba la olla de los negociados que se realizaban en el Abasto con los locales. Ahora, la administración se encuentra intervenida tras la lluvia de denuncias al respecto.

El caso publicado fue el de la señora Liliana Guillén, quien fue víctima de este esquema de recaudadores. Habían vendido el sitio en donde ella había montado y mejorado su puesto, siguiendo todas las directrices que se le exigió desde la Dirección del Abasto, adecuando el lugar.

En una oportunidad su hijo sufrió un accidente de tránsito y no fue dos días a trabajar en su local. Para su sorpresa, al regresar encontró a otra persona ya ocupando el sitio, habían forzado el candado de la reja de su puesto, incluso parte de sus cosas estaban siendo utilizados por el nuevo inquilino que, mbaretépe, quiso quedarse con su sitio argumentando de que había pagado una fuerte suma de dinero a un funcionario de la dirección, y que le fue asignado el lugar para montar su negocio.

La mujer denunció el hecho y desde la Dirección de Anticorrupción se tomó cartas en el asunto. Luego de abrir un sumario se demostró de que el sitio le correspondía a la mujer, por ese motivo le fue devuelto a su legítima propietaria.

VARIOS CASOS. Al igual que Liliana Guillén, otras personas perdieron sus puestos en el Abasto, muchas personas pagaban grandes sumas para quedarse con los lugares asignados a algunos vendedores de frutas y verduras.