Neida Brítez vive hace 6 años en Canadá. Contó que se viste como cebolla y come chipa para calentar la sitú durante el invierno
Durante esta temporada, el paraguayo promedio aprovecha para realizar algunos viajes en donde no deben faltar arroyo y el termo de tereré. El calor cada vez es más fuerte y muchos ya están por derretirse voi, por lo cual se refrescan de cualquier manera. Sin embargo, mientras el haku sofoca en las calles guaraníes, algunos compatriotas se encuentran en otros puntos del mundo tratando de chulear un intenso frío al cual acá no estamos ni acostumbrados.
Neida Brítez es una de esas que apenami anga se la ve la cara cuando sale para ir al supermercado o cuando busca tomarse un poco de aire fresco debido a que en donde vive la temperatura está como para congelar hasta las botas.
Ella vive hace 6 años en Canadá, en donde ayer se registró una nevada de aquellas que hasta es considerada histórica. “No es tan complicado convivir con el frío. Aquí todo está muy bien estructurado para esa parte rigurosa de la vida. Las casas están bien aisladas y con el sistema de calefacción muy eficiente”, dijo a Crónica la mujer. Y es que, pese a que el ro’y es muy fuerte en este lugar del planeta, Neida cuenta que los ciudadanos ni ahí se preocupan porque todos están muy preparados para los hielos. “Las ropas son especiales, uno se acostumbra a vestir como cebolla, es decir por capas y el abrigo que aguante hasta 40 grados bajo cero, que tienen relleno o de sintético o pluma de pato”, explicó.
Botas y abrigos especiales cuestan un ojo de la cara
Neida contó que vivir en Canadá es un desafío para los paraguayos, ya que sería como meternos a un congelador. Sin embargo, aclaró que todo se vuelve jey muy fácil debido a la buena organización del país. “En las calles todas las máquinas están siempre limpiando tanto el asfalto como las veredas”, dijo.
Lo que no niega es que calentar el cuerpito tiene su presupuesto debido a que, por su singular producto, los abrigos son realmente costosos. “Los calzados son revestidos y también hay una especie de botas de lana que se ponen por dentro de las botas que son, generalmente, de un material impermeable”, aclaró. En definitiva, en este país el frío ya no es considerado como un problema. “Aquí, a pesar del tiempo, todo funciona, es muy raro que se decrete una emergencia por las tempestades que haya”, puntualizó.
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