Unas cinco veces se le apareció el mismo perro, tiene testigos del raro fenómeno

Rubén Rodríguez debe sumar tantos kilómetros en ruta como cualquier camionero o colectivero. Muchos de estos tienen sus historias de hechos paranormales que les tocaron vivir en sus tantos recorridos. El “Pionero”, con décadas dedicándose a la animación y viajando por todo el país, generalmente de noche, ya escuchó historias de todo tipo. Pero le tocó experimentar y ser testigo de una en especial. Vio un perro sin cabeza en Yaguarón, y en reiteradas ocasiones. Así lo contó en el programa de televisión de Júnior, “Noche de Show”. Consultado por Crónica, el “Pionero” nos contó lo que le tocó vivir. “Sí, yo vi el perro sin cabeza de Yaguarón. En varias oportunidades. Inclusive, una vez llevamos tres autos y los tres vimos. Paramos, miramos todo en los alrededores y ya desapareció”, nos contó.

– Entonces, con testigos, te habrás quedado más tranquilo, porque alguien más vio…

– Sí, íbamos a Pilar; como te dije, en tres vehículos. Silvio Escobar, que ahora vive en España, y Gustavo Agüero. Ellos también vieron. Por lo menos no fui yo solo. Ya se sabía lo del perro sin cabeza de Yaguarón, era popular el dicho de su aparición. Pero uno por ahí no cree hasta que le aparezca.

– ¿En qué parte misma viste?

– Cerca de la propiedad de los Ré, que es un lugar conocido en Yaguarón. Está un puentecito, ahí es. Si les preguntás a los vecinos también van a hablar de esto. Es un viejo comentario entre la gente.

– ¿Te acordás cuándo fue la primera vez que se te apareció a vos?

– No recuerdo exactamente, pero habrá sido en los años 80. Pero varias veces más pude ver. La última vez ya fue en los 90, pero no te puedo precisar el año. Este es el único fenómeno del que yo puedo dar fe. Escucho muchas historias, pero otro contacto directo yo no tuve.

– ¿Podés precisar cuántas veces se te apareció?

– Habrán sido como unas cuatro, cinco veces. Había gente que le contabas y quería ver. Pero cuando pasás por la zona y buscás ver, no aparece. Medio que no tenés que hacerle caso cuando pasás. Las veces que nos fuimos para mirar, nunca salió.