Quedarse con el secreto nunca fue su intención. Proyectarse para un negocio que podría llegar a salvar la vida de las personas, en el caso que fuere, fue el segundo paso que realizó después de su descubrimiento.

Juan Ramón Leguizamón (49) vive en la ciudad de San Lorenzo y frente mismo a su vivienda cuenta con un pequeño puesto en donde a más de simples frutas y verduras vende un pequeño obsequio que la naturaleza puso a disposición de todos, desde hace muchos años, pero que no solo sirve para llenar la pancita.

La yata, graviola o la “santa fruta”, como la llaman otros, es una planta que este karai trae desde San Pedro y que según cuenta, tiene muchísimas propiedades curativas por lo cual se va como pan caliente. “Vendo muchísimo, entre 20 y 25 semanales se va sí o sí. Se puede hacer de él jugo, remedio para mate y tereré”, dijo a Crónica don Juan. Pero el relato alentador viene después cuando este sabio vendedor empieza a hablar sobre las propiedades de la fruta, entre los que asombran a más de uno por sus cualidades que se consideran hasta “milagrosas”. Con voz cálida y llena de esperanzas, don Juan cuenta que el manjar natural hasta puede llegar a curar el cáncer ndajeko, si el diagnóstico es temprano y si se consume a tiempo. Pero las cualidades no solo se limitan a eso, sino que avei tiene una potencia ndaje para poder revivir “al amigo”. “Este lleva mucho los muchachos porque funciona como viagra natural. Es muy fuerte y efectivo”, le bajó el karai. Don Juan cuenta que se dedica a la venta de este fruto desde hace algunos años por lo cual ya es conocido voi en la zona.

Su esposa tenía cáncer y la tuvieron más tiempo, contó

Los poderes milagrosos de esta planta recorrían las voces de muchos pobladores de la zona de San Pedro. Comprobar su efectividad solo lo podían lograr las personas que se aventuraban a “degustar” de este tratamiento que puede llegar a terminar con el calvario de mucha gente. Don Juan contó que descubrió las cualidades de la planta después de rebuscarse por una pequeña esperanza de vida para su esposa, quien padecía cáncer. “Para nosotros es un testimonio muy fuerte. Mi señora estaba muy enferma y nos fuimos hasta ese lugar a buscar la planta. Después de 5 años falleció mi esposa, logramos tenerle más tiempo con nosotros”, explicó. Desde ese momento, don Juan habla de efectividad a todas las personas que se van junto a él en busca de la planta “santa”.

Muchas personas avei le trozan por vender “esperanzas falsas”

Pasar de agüerías y habladurías a una realidad significa un gran paso para los que buscan aliviar muchos males por medio de recetas caseras que surgieron hace añares. Muchos, cerrados en su idea de que no existe posibilidades de cura si no se trata de algo meramente científico, cañean a estas personas que de alguna manera encontraron esperanzas en estas plantas. Don Juan confirma eso, puesto que asegura que muchas personas lo visitan a diario solamente para decirle que “deje de mentir”. “Muchas personas no creen y vienen acá a decirme muchas cosas, pero tienen que dejarle a la gente que cree y tenga esperanzas que lo consuman. Esto es una cuestión de fe”, le bajó el karai.

CLIENTES

Don Juan contó que hace al menos 3 años cuenta con su puesto frente a su vivienda, en donde ya se ganó una cantidad importante de clientes.

ABASTO

Pero este hombre había sido ya está más que familiarizado con las ventas, ya que que durante 30 años estuvo con un puesto dentro del Abasto ndajeko.

PELOTEROS

Refugiándose en la famosa frase “se cuenta el pecado y no el pecador” don Juan reveló que muchos jugadores van avei en busca de la “fruta santa”.

60.000

GUARANÍES

Cuesta aproximadamente una medida regular de la “fruta santa”, en la ciudad de San Lorenzo.