En el lugar solo se encontraron botas viejas, ropas que fueron usadas, pero en muy mal estado de conservación descartándose que los restos de Edelio estén enterrados en el sitio

Ya pasaron 2.037 días del secuestro del agente de la Policía Nacional, Edelio Morínigo, quien fue secuestrado por la banda de delincuentes autodenominados Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). La mamá de Edelio, doña Obdulia, nunca bajó los brazos y siguió con su titánica tarea de encontrar a su retoño desaparecido.

Hace 8 días, la señora recibió un dato sobre donde podrían estar los restos de su hijo, en medio de un bosque ubicado a unos mil metros de la casa de la familia Morínigo-Florenciano. Y fueron a buscar al sitio indicado por el informante, cavaron un chiqui en el lugar y allí encontraron un tambor enterrado y unos restos de ropas que presumiblemente pertenecían al uniformado secuestrado.

Los agentes del Ministerio Público fueron a tomar intervención en el jetopa, con el fiscal Joel Cazal a la cabeza. Luego de la toma de algunas muestras, se descartó que en el interior de la misteriosa vasija de plástico hubieran restos humanos.

“El tambor tiene ropas, botas y shorts deportivos y casi todos están rotos”, indicó el vocero de la FTC, Tte. coronel Luis Apesteguía.

En tanto que el general Leonardo Ibarrola he’i, “no hemos encontrado el cuerpo de Edelio. No hay restos óseos en el lugar. Pero vamos a seguir buscando en los alrededores”.

Incursiones molestaron al parecer a la banda

La señora Obdulia había ingresado de nuevo a los montes de los alrededores de Arroyito para buscar a su hijo secuestrado por esta fuerza irregular. Al parecer, las incursiones empezaron a molestar a los miembros del EPP, ya que cada vez más se estaban acercando a sus campamentos, y porque la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) acompañaba el jeheka de la desesperada madre y sus familiares, con elementos militares y vehículos. Los sobrevuelos constantes de helicópteros por la zona por lo visto intranquilizan a la banda de delincuentes. Por eso se presume que dieron las coordenadas en donde estaban enterrado unos restos, que se presume que pertenecerían al agente policial.

El establecimiento ganadero, la estancia María Auxiliadora, en donde se encontró el tambor enterrado, se encuentra abandonado actualmente.

Ese lugar era utilizado por el EPP para esconder sus cosas

El comandante de Defensa Interna, el general Ibarrola comentó que ese lugar era utilizada como caleta, que es un lugar que sirve para esconder cosas.

«El tambor es de 60 litros, de color azul y estaba herméticamente cerrado. Lo encontramos a unos 20 centímetros del suelo. Se nota que son ropas muy usadas y el olor sería de las prendas», relató ante los medios de prensa. En el sitio se cavó unos cuantos metros para descartar la presencia de restos humanos avei. Pero los uniformados del FTC van a seguir vicheando en la zona, porque al parecer esa estancia abandonada es utilizada en forma asidua por los delincuentes del EPP.

DESDE EL 2014

El suboficial fue secuestrado el 5 de julio del 2014 por miembros del EPP en medio de un monte, en donde Edelio había ido para cazar animales silvestres.

UNA SOLA PRUEBA DE VIDA

Los secuestradores exigieron la liberación de seis epepistas detenidos a cambio de la liberación del agente del Orden que tenían en su poder. La prueba de vida se había dado el 18 de julio de 2014.