El periodista no se separa de su mascota que viaja a todos lados con él, convirtiéndose muchas veces en el centro de atención.

Hay amores a primera vista y amores que perduran toda la vida, de esos que no se pueden separar voi ni un segundo de su pareja o de su papá “humano” en esta historia que empezó a los “bombazos”. Y desde el “primer” encuentro, Gabriel Bustamante jamás se volvió a separar de firulais “Neneka”, como la bautizó cariñosamente el periodista de Ayolas, departamento de Misiones.

“Yo estaba cubriendo una manifestación de funcionarios de Yacyretá, cuando empezaron a sonar las bombas 12×1 y corrimos todos. Yo subí a mi camioneta y veo que viene directamente hacia mí una perrita corriendo desesperada y se metió en mi vehículo. Ojagarrapaite su olor en la cabina, había sido estaba agusanada y llena de garrapatas anga”, he’i el comunicador.

La llevó hasta la casa, la perrita se bajó vevépe y desapareció de la vista de Gabriel. “A la mañana siguiente me preparé para salir a eso de las 5 y media de la mañana, arranco el motor para calentarlo y allí estaba la perrita sentada al lado del vehículo, al abrir la puerta ella se sube y se acomodó atrás y se fue conmigo a trabajar.

La llevé al veterinario para que cure sus heridas y le saqué los jatevu que tenía. Después la llevé a casa donde la bañamos con mi señora y allí la bauticé así porque ineterei kuri”, dijo entre risas el entrevistado.

7 PERROS Y 22 GATOS. En la casa de Gabriel Bustamante viven otros siete perros y 22 gatos avei. Pero solamente a “Neneka” le gusta la profesión de “comunicadora social”.

Compañera inseparable: aceptada en coberturas

La jagua’i se volvió en “ayudante” de Bustamante, ya que no se puede separar de su “papá” ni un segundo. Es más, “Neneka” tiene las puertas abiertas en todas las coberturas de prensa. “Acá ya todos la conocen a “Neneka”, en las coberturas se sienta bajo el trípode de la filmadora, después de un rato se va a ‘vigilar’ la camioneta en el estacionamiento y después viene otra vez junto a mí”. La mascotita es también la compañera de viajes del periodista, va a CDE, a Encarnación, viene a la capital con su dueño.

“Una vez se me perdió en un edificio en Asunción. Se subió al ascensor durante la cobertura, me pasé más de una hora buscándola piso por piso hasta que atopa”, gatilló el feliz dueño de esta perrita “camarógrafa”.

Una vez se quedó varada en una parada

La peludita una vez okañymi de su amo durante uno de los tantos viajes que le tocan cubrir alguna conferencia de prensa a este dúo inseparable.

En uno de los tantos viajes que hicieron juntos, Gabriel bajó en el cruce Isla Timbó para verificar las luces del vehículo y no se dio cuenta que su perrita se bajó avei. Cuando revisé todo, se subió y se fue. “Al llegar a Encarnación, no la encontré, le llamé a mi señora y le dije ‘¿no está por ahí Neneka?’, me dijo que no y allí empecé a calcular qué pasó de ella. A la vuelta le vi que estaba sentada en la parada de colectivo que está en el cruce, me vio y vino volando a subirse a la camioneta. Allí estaba un señor y me dijo ‘hetaitéma ne ra’arõ la nde jagua’i”, contó.