“Aquí ocurren milagros y que saquen el oratorio será muy triste, por eso no tenemos que dejar que eso ocurra”, dijo un devoto

Los ojos de don Julio (61) demuestran cansancio. El viejo capataz trabajó todo el día cuidando su lugar de trabajo, en Puerto Casado, Alto Paraguay. Pese a su fatiga, el karai –tras culminar su labor– saca fuerzas y camina unos kilómetros rumbo a un sitio que él considera especial, místico y, por sobre todo, milagroso.

Se detiene frente a un oratorio ubicado en la zona conocida como desvío 65, en la calle que une Puerto Casado con Loma Plata. “Aquí vengo antes de ir a trabajar y después de terminar mi trabajo para agradecer lo que hizo en mi vida”, explica.

El don hace referencia al nicho conocido como Kurusu Guaraní. En el sitio, hace 45 años, había muerto Eulalio Sosa, un fanático hincha del club Guaraní, quien fue arrollado por uno de los vagones del tren.

En su honor se levantó un oratorio de madera y, como don Julio, son cientos de personas que acuden al lugar en busca de algún milagro, y colocan banderas e insignias deportivas del club aborigen. Pero ahora, los devotos están muy preocupados.

“La Ruta Bioceánica pasará por este sitio y con su ampliación del camino el oratorio queda en el medio mismo y por eso tenemos miedo que lo hagan desaparecer. Pero no podemos dejar que eso pase. El Kurusu Guaraní no va a desaparecer nunca”, comentó a Crónica Osmar Gaona, quien es un conductor que siempre pasa por el nicho a encomendarse a Eulalio.

Ante esta sitú, los fieles y también familiares de Eulalio piden a los responsables de la obra vial que –si tienen que quitar el nicho de donde está– que por lo menos construyan otro nuevo al costado de la ruta pyahu porque desean continuar encomendándose en el lugar. “Aquí ocurren muchos milagros y que saquen el oratorio para siempre será muy triste, por eso no tenemos que dejar que eso ocurra”, agregó Osmar.

“Nosotros estamos limpiando la zona para el corredor y según escuché van a hacer uno (nicho) al costado del camino”, opinó Jorge Servín, quien vive en la zona del Chaco.

El trágico accidente que dio vida a varios milagros

El joven Eulalio Sosa trabajaba como empleado ferroviario de una empresa. En un trágico accidente ocurrido el 18 de julio de 1974 fue arrastrado por uno de los vagones y falleció. Desde allí son cientos las personas que se encomiendan al hincha aborigen.

Los devotos y seguidores le rezan y acompañan la oración con velas y flores. “Mi mamá llevó la cruz y le puso esa casita a mi hermano, muchos se van a visitarle porque se volvió muy milagroso”, contó kuri a Crónica Teresa Sosa, hermana de Eulalio.

“Los que más se quedan son conductores –así como yo– que pasan por el lugar. Ellos le piden protección durante el trayecto que realizan”, agregó por su parte Osmar Gaona.

NO DEJARÁN

Los devotos chaqueños y los que son de otras ciudades dijeron que sí dejarán que trasladen al costado de la ruta el nicho de Eulalio, pero no que lo saquen para siempre.

BONDADOSO

“Mi hermano era un ser lleno de bondad”, dijo doña Teresa, hermana de Eulalio, quien comentó avei que ellos también le piden siempre que les proteja y les cuide desde arriba.

“Ojalá Kurusu Guaraní no desaparezca con la Ruta Bioceánica. Aquí ocurren muchos milagros”

Osmar Gaona

Chaco

“Estamos limpiando la zona para el corredor y según escuché van a hacer uno (nicho) al costado del camino”

Jorge Servín

Chaco