Una verdadera masacre de perros se habría dado en el interior de una estancia en Buena Vista, del departamento de Presidente Hayes, en el Chaco. La matanza indiscriminada de los peluditos se habría originado supuestamente a consecuencia de una prohibición de los propietarios del establecimiento ganadero contra perros en el predio.
En las redes empezaron a circular varias fotos de los supuestos pichichos asesesinado, apilonados en un montecito, varios presentaban, aparentemente, heridas de armas de fuego. Según un medio chaqueño, habría una nota de la empresa en la que se emplazó a los empleados de la ganadera para anotar a sus pichichos en la administración. Solo se permitió un can por familia, además que se les prohibió circular por el campo a los animalitos. Esto habría generado la caza.
Este caso llegó a conocimiento de la Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal. El capo de esa cartera de Estado, Juan Manuel Enciso, tomó cartas al asunto y fueron hasta el lugar para verificar la grave denuncia. “Vamos a aclarar el caso y hacer justicia”, tiró el ministro a Crónica antes de emprender el viaje hacia el Chaco para investigar este asesinato a mansalva de los firulais.
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