El pedido lo leés y lo escuchás en todas partes. Te lo dicen los medios de comunicación, las redes sociales y hasta tu vecino: “Quedate en casa”. En guaraní suena más contundente, “epyta nde rógape”. Pero ¿cómo puede quedarse en su vivienda alguien que no la tiene? ¿Cómo se lava las manos si ni agua tiene y mucho menos jabón?

Esas son algunas de las interrogantes con las que viven día a día “los invisibles de siempre”, a quienes sin dudas la aparición del coronavirus les fue dificultando más y más su existir. Las personas en situación de calle están allí, en un “mundo aparte” y por las condiciones de vida que llevan conforman un grupo de riesgo, un blanco fácil para el mal que asecha.

Si los de adentro sufren y tienen pánico, ellos más, pero no les queda de otra. Si bien se vienen realizando todo tipo de ayuda por parte de las autoridades, se siguen reportando sucesos de personas que duermen y viven en las calles.

“Podrían ayudarnos. Sobre las calles O’Leary e/ Manduvirá, adolescentes indígenas se encuentran hace unas semanas viviendo ahí”, posteó en su cuenta de Twitter el usuario @mattflo05. Y sí, muchos son nativos que salieron de sus comunidades, realizan labores por las calles para subsistir y luego de un tiempo vuelven a sus colectividades.

“Esto puede ser mortal. Primero, que se pueden enfermar más fácilmente y segundo, que pueden ser un puente de transmisión gigantesco, eso es categórico. Son blanco fácil de esta pandemia si no se realizan las labores correspondientes. Muchos de ellos entran y salen de su comunidad (indígena) y eso seguramente ya se está viendo para controlar, porque se tiene que controlar”, comentó el Dr. Carlos Morínigo.

“Controlar que ya nadie entre y salga de sus comunidades”

“Las autoridades del Estado deben suministrar la protección de esos tipos de ciudadanos vulnerables, y de hecho que seguramente lo están haciendo. Se les debe tener muy en cuenta, se debe ver con mucho cuidado esta problemática”, agregó el Dr. Morínigo. “Es categórico que son, primero, blanco fácil para enfermarse -lo que preocupa y mucho- y segundo, que pueden ser un puente de transmisión para su comunidad y para los que están afuera también, que va a ser tremendo. Lo que se debe controlar es que ya nadie entre y salga de las comunidades”, he’i. “Imagínate lo que va a ser si llevan la enfermedad a sus comunidades, tremendo sería. Ellos carecen de educación sanitaria totalmente”, añadió.

Nativos aislados en el “Parque Caballero”, de Asunción, he’i

Al respecto, el presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Édgar Olmedo, mencionó que se encuentran en la tarea de contención en las comunidades. He’i que unos 70 nativos están instalados en el “Parque Caballero” de Asunción, vichearán el estado de salud de cada uno y se realizará un trabajo de retorno de los mismos a sus comunidades. Agregó que esta semana tienen previsto distribuir kits de alimentos para unas 14 mil familias nativas de varios departamentos de la Región Oriental del país, mientras coordina con otras instituciones del Estado el trabajo con las comunidades del Chaco.

La gran mayoría de los que están hoy en día lejos de sus comunidades es porque debieron salir de las suyas, desesperados por tener algo para comer, o por requerir una atención médica que muchas veces no les llega.

EXPUESTOS. Al no tener un lugar fijo en el cual quedarse, con los que se hallan más expuestos a poder contraer la enfermedad que se instaló en nuestro país a nivel comunitario. O sea, en el aire.

SIN DEFENSA. Otro de los aspectos que se tuvieron en cuenta desde el punto de vista médico es que muchos de estos nativos no tienen un sistema inmune fuerte, por el tipo de vida que deben llevar.

CIENTOS. Un dato no menor es que la mayoría de los nativos directamente “no existen” para el Estado, porque al no estar documentados, no pueden acceder a ningún programa del Gobierno.