El expelotero del Ciclón, Custodio Mendes, fue uno de los extranjeros muy queridos en aquel plantel azulgrana de 1988. “Nunca quise volver de Paraguay”, le bajó.

• Por Jorge Izquierdo

Amable, cordial, alegre y por sobre todo nostálgico, así se mostró el exjugador de Cerro, Adriano Custodio Mendes (58 años), en una charla con Crónica. El hoy en día entrenador de fútbol habló sobre lo que significó su paso por el fútbol paraguayo en aquel lejano año 1988. “Me enorgullece que aún se sigan acordando de mí, soy agradecido con ustedes los paraguayos, son gente de bien. Solo tengo palabras de elogios para Cerro y su hinchada. Me mimaron mucho en Cerro, creo que no merecía tanto, se comportaron de maravillas conmigo. Yo nunca quise volver de Paraguay, pero por un inconveniente dirigencial me tuve que volver a la Argentina”, arrancó diciendo.

“Estuve un año en Paraguay y fue de lo mejor en mi vida. En lo futbolístico también me fue bastante bien”, siguió diciendo.

Te llamaban el “Penalero infalible”, ¿qué opinás sobre ese punto? Creo que ese apodo me lo puso un periodista de apellido del Puerto (Julio). Yo no fallaba penales, la gente me recordará por eso seguramente. Jugué muchos partidos y no solo hacía goles de penales, también llegué a hacer otros de media distancia y de cabeza. Hasta hoy en día guardo en un CD todos los goles que hice con Cerro”, respondió el exmediocampista.

“A veces suelo mirar mucho los partidos del fútbol paraguayo. Suelo estar en contacto con algunos de mis excompañeros, Francisco López y José Domingo Riveros. Hice buenos amigos”, remató Custodio.

LO DIJO

“TENGO GRATOS RECUERDOS DE CERRO, ME HUBIERA ENCANTADO HABER JUGADO POR MUCHOS AÑOS MÁS AHÍ, PERO NO SE PUDO LASTIMOSAMENTE”

Custodio Mendes, Exjugador de Cerro

10 GOLES. Fue la cantidad de tantos que Custodio anotó con la camiseta de Cerro Porteño en 1988.

42 PARTIDOS. Fueron los encuentros que Custodio Mendes jugó en filas del Ciclón. Valdir Espinoza fue el DT que autorizó su arribo a Barrio Obrero.

SU CUATE. Cuando estuvo por Cerro, con el que más bromeaba era con el brasileño Éder, otro jugador clase A que vino a jugar en el Ciclón.

Estuvo a punto de jugar por el acérrimo rival del Ciclón

“Te voy a contar algo que hasta hoy en día nadie sabe”, nos dijo Custodio Mendes, a lo que nuestra expresión fue obviamente de asombro: “Hasta ahora me deben dos meses de sueldo. El presidente que me llevó fue Magno Ferreira Falcón, él cumplió conmigo, pero luego salió y vino uno de apellido Villalba (Tomás Giménez), ahí se pudrió todo. No me pagó lo que me correspondía, fueron épocas malas en cuanto a lo económico. Luego me desvinculé y volví a Argentina. Ahí me llama Olimpia y vuelvo a Paraguay para reunirme con algunas personas. Para desgracia mía, hubo el golpe de Estado al presidente Stroessner. Los que negociaron conmigo se fueron presos. No pude quedarme finalmente en Olimpia”, remató.

“Miraba las tribunas y eso era mi mayor motivación”

Custodio siguió con la entrevista y se refirió a los partidos que jugaba en ese entonces con Cerro. “La gente llenaba los estadios, Cerro tiene una hinchada fantástica. Cuando yo entraba a la cancha miraba las tribunas y eso era mi mayor motivación. Me tocó jugar algunos clásicos también, son partidos memorables, únicos. Yo siempre lo voy a decir, los buenos momentos que pasé jugando por Cerro, no me los quita nadie”, expresó el DT.

“Por cosas de la vida, no me quedan camisetas de los equipos donde jugué. Cuando me venían a visitar y veían mis camisetas y me decían que eran muy lindas, yo las regalaba todas. Siempre fui cedido con las demás personas”, agregó Mendes.

“Mis excompañeros de Cerro me decían Custodio nada más, nadie me llamaba por mi primer nombre (Adriano)”, culminó nuestro protagonista.

El compañero que le enseñó invitó tereré

Al referirse de sus demás compañeros cerristas de aquel plantel de 1988, Custodio confesó quién fue el que le dio el primer sorbo de tereré. “Nunca me voy a olvidar, Catalino Rivarola me enseñó a tomar tereré. Al principio tomaba y dos o tres días iba de seguido al baño (risas), pero al poco tiempo ya me gustaba mucho y tomaba casi todo el tiempo ya. Dejé de tomar mate y le agarré el gusto al tereré. Acá se toma, pero no es lo mismo. En Paraguay está el verdadero tereré”, tiró.

La actualidad de Custodio en Argentina

“Ahora estoy libre. Hasta hace poco estuve trabajando en el ascenso de acá”, le bajó el exfutbolista. “Llegué a trabajar como ayudante técnico en Real Potosí de Bolivia, también estuve dirigiendo por Honduras. Me tocó trabajar en las Inferiores de Estudiantes de La Plata y también en Temperley. En el equipo de Comunicaciones (ascenso) también estuve. Y así estamos, ahora en cuarentena, esperando que las cosas puedan mejorar”, sintetizó Mendes.

El recorrido extenso del morocho

Custodio, quien nació en Cabo Verde, cuando esta pertenecía a Portugal, recorrió varios países, donde jugó primeramente en Estudiantes de La Plata y Temperley, de Argentina. Posteriormente Blooming de Bolivia, para después venir a Cerro. Volvió para ashá para jugar en Colón y San Martín (SJ). Jugó en Santiago Wanderers de Chile, Táchira de Venezuela, Chacarita (Argentina). Nuevamente en Chile, en Iquique, en Universidad de Honduras y cerró en Temperley.

“No llegué nomás a aprender nada en guaraní”

Le consultamos a Custodio si sabía alguna palabra en nuestro dulce idioma guaraní y fue muy sincero. “No llegué nomás a aprender nada en guaraní. No me salía nada”, expresó. En cuanto al compañero que siempre le cargaba con bromas, Mendes dijo que “Éder era el que no tenía luego problemas para cargarme, me decía portugués burro y se reía. Había un buen ambiente en ese plantel. Un placer inmenso fue aceptar el desafío de jugar en el Paraguay”, cerró el buen hombre.