La necesidad es un mal que toca muchas puertas en estos días de cuarentena. Son varias las familias, principalmente las que trabajan de manera informal, las que se quedaron sin fuentes de ingreso ante las medidas sanitarias.

Pero en estos tiempos de crisis, en las casas más vulnerables también se dejan escuchar esos aplausos o golpes de esperanza que se encargan de llevar algunas personas pequeñas de estatura pero gigantes de corazón, quienes están conscientes de la situación que se vive.

Una de ellas es la pequeña Adriana Elizabeth, quien a sus escasos 10 añitos pudo dimensionar todo lo que estaba pasando en nuestro país y por lo cual tuvo una gran idea. Al tener la posibilidad de acceder a su merienda escolar en su propio domicilio, ella decidió destinar todo lo que tenía a las familias más necesitadas del barrio Primero de Marzo de Capiibary, departamento de San Pedro.

“Desde que era muy chiquita yo le inculqué la solidaridad. Cuando le trajeron su merienda escolar, ella se acercó a mí y me dijo que quiere donar para los niños más pobres”, relató su madre a Crónica, doña Elizabeth.

Por su parte, la pequeña dijo estar muy contenta con lo que pudo hacer y contó que le llenó de satisfacción ver las sonrisas que pudo dibujar en esas personas. “Me sentí demasiado bien, las personas me agradecieron y con eso yo estoy muy feliz. Cada vez que puedo voy a ayudar”, expresó.

Indicó que espera recibir donaciones para seguir repartiendo a los más vulnerables de su zona. “Es muy bueno ayudar a las personas que pasan necesidades por la cuarentena. Todos los que puedan deben hacerlo”, dijo. Explicó que tanto su tío como su mamá, quien siempre le apoya en todo lo que se propone, le acompañaron para que pueda cumplir su gran objetivo, ayudar a los más necesitados.

“Estoy muy orgullosa de mi hija”, he’i

Elizabeth es docente en Capiibary. Siendo ella la madre de Adrianita, contó que está muy contenta con todo lo que hizo su hija debido a que con esto vio que su enseñanza tiene frutos.

“Ella es muy amigable. La educación que le damos en la casa a nuestros hijos es lo importante, todos tenemos que hacer eso”, dijo.

Explicó que desde el momento en que su hija supo sobre su merienda escolar, ya pensó en la gran posibilidad de acercarle a las personas más pobres de ese lugar. “En verdad la gente está necesitando, como que ya no trabajan ya no pueden comprarse nada. Es muy triste tener que ver todo esto”, agregó la mujer.

Es locutora e hizo colecta en su programa

Pero la misión de Adrianita no fue solo llevar lo que tenía en sus manos a esas personas, sino más bien se encargó de hacer mucho más. Elizabeth –su madre– aseguró que decidió lanzar una gran campaña por las redes sociales para poder colectar más alimentos que podrán distribuir en los barrios más vulnerables.

Al igual que su corazón, su talento es muy grande ra’e debido a que la peque hasta tiene un programa infantil en una radio local en donde avei pidió ayuda. “Su merienda escolar era solo 2 leches y galletitas. Entonces le dije para pedirles a sus auspiciantes colaboración. Así pudimos conseguir más víveres que repartir”, mencionó su madre. Aseguró que le llovían felicitaciones a su hija tras su loable acción.

Sigue pidiendo ayuda por las redes sociales

Ante las medidas respecto la propagación del coronavirus, Adrianita contó que ya no puede hacer su programa radial en donde recibía muchas donaciones de parte de sus auspiciantes. Aseguró que seguirá laburando a full, con la ayuda de su mamá, en sus campañas por las redes sociales para seguir recolectando víveres para muchas familias de su barrio.

Por su parte, doña Elizabeth dijo estar muy agradecida con todas las personas que le ayudaron para la entrega de víveres. “Todos pusieron su grano de arena. Esto no tiene que parar hasta que todo termine, muchas personas necesitan de nuestra ayuda”, le bajó la mujer.

FAMILIA.

En la mañana del viernes recorrieron el barrio Primero de Marzo en donde repartieron combos alimenticios a algunas familias. “Todos estuvieron muy contentos con sus víveres”, dijo la peque.

EEUU

Doña Elizabeth contó que su campaña por las redes sociales tuvo mucha aceptación, la cual notaron debido a las personas que se pusieron en contacto con ellas. “Desde EE. UU. también ayudaron”, he’i.