• POR ÓSCAR PATIÑO RIVEROS

Nació en Mbuyapey (departamento de Paraguarí) hace 29 años. Le costó muchísimo llegar hasta donde está actualmente. A los 9 años dejó su pueblo para venir a vivir a Asunción con su hermana Wilma. “Le estoy muy agradecido a mi hermana, ella es como mi segunda mamá”, admitió el jugador de Nacional.

A los 16 años llegó a Sol de América y 4 años después debutó en Primera División. El técnico que confió en él fue Jorge Campos.

Hoy, al igual que todos los futbolistas, encerrado en su casa trata de hacer lo mejor posible para mantenerse en forma, aunque reconoció que no es fácil.

“Estando en la casa es mucho más difícil, primero porque no estamos trabajando normalmente y eso influye mucho. Nosotros tenemos una rutina que cumplir, que nos envía el PF a cada jugador, además uno mismo sabe lo que tiene que hacer, pero igual es difícil”, apuntó.

En cuanto a la alimentación remarcó que hay muchas tentaciones al quedarse en la casa, pero que uno debe tener fuerza mental para no comer lo que no debe y comer lo que le conviene como deportista.

“Claro que hay muchas tentaciones, quién no quiere comer un asado por ejemplo y generalmente el que es con grasa el que más queremos comer, pero hay que tener fuerza mental para saber qué hacer en cuanto a la comida, sobre todo porque eso forma parte de tu profesionalismo”, acotó.

A él le costó mucho llegar a la máxima categoría de nuestro fútbol, se considera un profesional a carta cabal, por lo que pese a las tentaciones gastronómicas que pueda encontrar en su casa, sabe cuándo decir no.

“La verdad a mí me costó mucho llegar a Primera División y ahora que estoy donde estoy debo valorar y cuidar lo que conseguí. Tal vez algunos llegaron más tempranos que yo, a los 17 o 18 años ya estaban en Primera, pero muchos de ellos ya no están jugando. Yo debuté a los 20 años, un poco tarde pero eso me enseñó a valorar muchas cosas”, describió.

Calificó como gran entrenador a “Chiqui” Arce

Cada futbolista tiene un DT que dejó profundas huellas en su carrera y para Edgardo Orzusa fue un privilegio haber trabajado con Francisco Arce.

“Tuve buenos técnicos, de todos aprendí cosas importantes, pero el que es espectacular, un gran entrenador es Francisco Arce. Mi técnico actual (Roberto Torres) también es excelente. Además tuve la suerte de trabajar con Éver Hugo Almeida, sin dudas cada uno me dejó cosas importantes”, gatilló.

En cuanto a los colegas con los que compartió y aprendió mucho citó a varios, “coincidí con buenos jugadores y buenas personas, de varios aprendí cosas, entre ellos Aureliano Torres, Claudio Morel Rodríguez, Carlos Bonet, etc”, acotó.

Palabras de elogios para Santa Cruz

Al igual que varios otros futbolistas, al ser consultado por algún colega que le haya sorprendido gratamente dentro y fuera de la cancha, Edgardo citó a Roque Santa Cruz, delantero de Olimpia.

“He tenido la suerte de coincidir con grandes jugadores, ya sea como compañero y como rival. En cuanto a los rivales Roque Santa Cruz es un crack realmente, dentro y fuera de la cancha. Hoy le tengo de compañero a Cristian Riveros, un fenómeno como persona”, señaló.

En cuanto a su futuro dijo que ahora solo piensa en Nacional, pero que siempre está latente la posibilidad de volver a salir, de volver a jugar en el exterior.

“Es fácil irte por el mal camino en el fútbol”

Orzusa comenzó en Sol de América, luego fue a Nacional, de allí pasó al Chapecoense de Brasil y después regresó a La Academia. Para él el fútbol es un deporte que te da muchas oportunidades, pero al mismo tiempo te puede llevar por el mal camino.

“Yo tuve la suerte de jugar en dos clubes muy importantes de nuestro país y también en Brasil, además de haber competido internacionalmente; todo eso me hizo ver las cosas de otra manera.

Es fácil irte por el mal camino en el fútbol, hay que tener mucho cuidado y ser disciplinado. Yo tuve que tener mucha disciplina para llegar a Primera División”, confesó el atleta que ya tiene el título de DT.

 “Esto es solo fútbol, existen cosas peores, me dijo el DT”

Uno de los momentos más felices y a la vez más fuerte de su vida fue cuando Jorge Campos, en ese entonces técnico interino de Sol de América, lo hizo debutar en la División de Honor de nuestro fútbol.

Edgardo recuerda ese día como si fuera ayer, “sí, todavía recuerdo el día que debuté en Primera. Jorge Campos era técnico interino en Sol de América y fue el que me dio la oportunidad. En la charla técnica me dijo, mirá… esto es solo fútbol, existen cosas peores. Disfrutá este momento, no te preocupes si fallás. Esas palabras me ayudaron mucho, me sacó toda la presión que tenía encima. Recuerdo que ganamos ese partido. Creo que así debe ser un técnico con los más jóvenes”, relató.

VISTIÓ LA CASACA DE CHAPECOENSE

“Me trataron muy bien en Brasil”

Entre el 2018 y 2019 Edgardo jugó un año en el Chapecoense de Brasil, algo que él califica como una gran experiencia. “Me trataron muy bien en Brasil, desde el presidente hasta el utilero. Pese a que el club aún no superó la tragedia que vivió, fue una gran experiencia. Estuve un año a préstamo”, confesó.

MUCHAS FALENCIAS

Para Edgardo el fútbol paraguayo creció bastante, pero aún tiene mucho por mejorar. “Nos falta bastante a nivel de infraestructura, por ejemplo nos faltan campos de entrenamientos”, afirmó.

“Claro que hay muchas tentaciones, quién no quiere comer un asado por ejemplo y generalmente el que es con grasa el que más queremos comer; pero hay que tener fuerza mental para saber qué hacer en cuanto a la comida”