Las noticias alertaron a doña Feliciana Molinas (80). Un virus nunca antes visto ya estaba haciendo sarambi en varias partes del mundo mientras que acá se anunciaba que pronto llegaría a nuestro país. Semanas después se dio el primer caso de coronavirus en Paraguay. Y a esta abuela ya le preocupaba el tema no solo por ella sino también por sus 5 hijas que viven en Argentina.

Sabe que está dentro del grupo de riesgo, justamente por su edad, pero aseguró que su fe le da la tranquilidad que necesita. Igualmente doña Feliciana cree que todo esto está pasando a causa de la falta de conciencia y la falta de fe en los más jóvenes.

La doña aprovechó para pedirle a la juventud que se queden en sus casas, que tomen conciencia no solo por ellos, sino que piensen en las personas mayores como ella, que quieren disfrutar de sus hijos y nietos.

“No es broma esto. La gente no está tomando en serio, más aún la gente joven. Yo estoy muy bien gracias a Dios y a la Virgen porque yo tengo mucha fe. Pero le pido a esa gente que sea consciente por todas las personas que todavía queremos disfrutar de nuestros seres queridos. Cuídense. Yo quiero seguir viviendo, quiero disfrutar de mis hijos, nietos y bisnietos. Les pido a los más jóvenes que nos cuiden por favor”, expresó.

“Lo que creo es que esto está pasando porque la gente joven ya no reza, se perdió la fe y esta es la consecuencia de eso. Mi abuela siempre decía que algo como esto iba a pasar si los jóvenes no volvían a buscarle a Dios”, siguió.

Doña Feliciana tiene cinco hijas que están en Argentina y un hijo que vive con ella. “Gracias a Dios ellas están bien allá. Se están cuidando también. Yo rezo mucho por ellas”, expresó.

Se lava las manos a cada rato y no recibe visitas, ni sale

Ña Feliciana tiene todos los cuidados que se están recomendando para evitar la propagación del virus. Relató que se lava las manos constantemente. No sale de la casa y tampoco recibe visitas. “Estoy haciendo todo lo que dice el Gobierno para hacer. Todos los cuidados estoy tomando”, aseguró con voz orgullosa. Relató que en la ciudad donde vive que es Itá, la mayoría se mantiene en sus casas por temor a lo que pueda pasar.

Por otro lado, comentó que como en Argentina está todo parado también por causa de la pandemia, sus hijas no le están pudiendo mandar nada. “No me pueden mandar nada ahora mismo y lo que a mí me enoja es que mucho ya anduve por mi pensión de la tercera edad y nunca me salió”, dijo. Relató que en ese sentido ya le “volean como trompo” y nunca le llega una solución.

NO ES FÁCIL. El día a día para doña Feliciana no es nada fácil ahora mismo, porque no puede recibir visitas ni visitar. Trata de matar ese silencio en la casa viendo televisión, haciendo cosas en la casa y rezando, según manifestó a Crónica.

A CUIDARNOS. El Ministerio de Salud recomienda cuidar mucho más a personas mayores, quienes también tengan patologías de base y para eso todos sin distinción deben cuidarse. Niños, jóvenes, ere eréa. El lema es “Nos cuidamos entre todos”.

Preocupada por sus amigos, pero reza todos los días por ellos he’i

La abuelita es muy vigorosa y le encanta hablar con sus amigos de la zona que tienen prácticamente su misma edad. Pero ahora no puede ni asomarse a la casa de ninguno por la cuarentena. “Hace unos días lo que fui a ver cómo estaba mi amiga Juanita (80) y lamentablemente me contó que le estafaron con esas llamadas que hacen los estafadores y te piden giro”, contó. He’i que son cosas que le preocupan verdaderamente, pero que lo único que le queda es rezar por ella y por los demás amigos y conocidos. “Yo me preocupo por mis amigos. Deseo siempre que estén bien y por eso también rezo mucho por ellos y le pido a Dios que les cuide y les dé salud”, explicó.