Un video subido a las redes sociales ombokapu la web. En el mismo se veía a un grupo de personal de la salud concienciando a las personas sobre la importancia del lavado de manos al ritmo que tanto gusta al rollete, la cumbia.

“Planteé al personal un bailecito para distraernos. Se siente a la gente muy preocupada y eso se transmite al personal de blanco. Con esto se rompe la tensión, buscamos divertirnos, y de paso hacer tomar conciencia”, comienza contando Walter Dos Santos, el médico “bailarín” que no solo está preparado para combatir el coronavirus, sino también a ese estado de temor y angustia que se apodera de muchos.

Todo fue rápido. Sabían que había que “descomprimir” el ambiente y por eso en un abrir y cerrar de ojos, las piezas encajaron solas.

“Justito alguien encontró esa cumbia villera contra el coronavirus. Ensayamos 10 a 15 minutos más o menos y salió. Usamos esa música para concienciar sobre la importancia del lavado de manos y de paso divertir un rato”, tiró a Crónica el doctor buena onda que demostró que la “mueve” cuando sale a la pista. Este médico, quien está asignado al IPS, aseguró que se “escapó” nomás el video.

“Era para el grupo nomás, pero después se disparó a las redes sociales y fue un boom. En tres o cuatro días ya alcanzó más de 50 mil visitas, nosotros no esperábamos esto. Solo lo hicimos para concienciar y relajarnos un poco”, concluyó Walter

Video se hizo respetando las distancias

La coreo fue filmada, respetando avei la distancia social. “Estábamos a tres metros cada uno, para mostrar también la importancia de guardar la distancia para evitar el contagio”, confiesa Walter.

Él trabaja en el IPS de Pilar, que es el punto principal del departamento a la hora de tratar enfermedades respiratorias en Ñeembucú. Dijo que la presión mental y física que soporta el personal de blanco es tremenda. Por eso, no está mal un poco de distracción.

Confesó que es un amante de los ejercicios y de los bailes. Es más, también es profesor de zumba. “Hace 5 años que hago zumba, así que la usé para distender un poco la tensión en el hospital”, finalizó.

SIN NADA AÚN

“Gracias a Dios que acá en Pilar todavía no tenemos ningún infectado, pero estamos listos”, asegura Walter, un doctor que cura el cuerpo y alegra el alma de corazón.