El virus castigó sin tener piedad a varios países, y sorprendió a quienes ya no pudieron dar a sus difuntos una digna despedida.
Es incierto el final de todo esto. La pandemia del coronavirus es una pesadilla que ya demostró que puede no hacer despertar a muchos. Por eso, “pensando en lo mejor, hay que prepararse para lo peor”. Y distintas funerarias del país ya siguen los dichos del Presidente.
¿Habrá más contagios? ¿Habrá más muertes? ¿Cuántas? Esas son preguntas que solo el tiempo responderá. Pero las estimaciones no son alentadoras. Incluso las casas fúnebres podrían verse superadas.
Es por eso que, por ejemplo, la Funeraria Fleitas está avanzando con la fabricación de ataúdes. Lo normal suele ser un stock de 60 unidades, pero ahora ya duplicó esa cifra.
“La idea es llegar a 150 cajones para después de esta Semana Santa. Luego… ir fabricando lo que se pueda, porque como se ve, estará fea la situación”, relató el señor Fleitas.
El riesgo al que se exponen a la hora que les toque manipular el cuerpo de una persona que pasó a mejor vida por culpa de la Covid-19 es algo que no se puede negar, pero “alguien lo tiene que hacer”.
“Nosotros vamos a ir a retirar los cuerpos en los hospitales. El profesional ya se va a encargar de preparar todo. Nos entregan al difunto dentro de bolsas mortuarias”, relató.
“Al hospital llegamos con mameluco, bota, máscara y una bata especial que se usa. Ahí nosotros desinfectamos de vuelta y ponemos el cajón enchapado. No se va a permitir familiares ni para el entierro, nada de nada”, relató el funebrero.
No habilitan salones para velar
Actualmente las funerarias no están habi l itando sus salones velatorios porque eso está prohibido. Sí están haciendo el servicio de ambulancia con cajón incluido.
El procedimiento es el siguiente: cuando una persona tiene muerte súbita, le da infarto o algún derrame en su casa, los de la funeraria deben meter al cadáver en una bolsa mortuoria y directamente en el cajón todo sellado por una cuestión de seguridad. Pero “algunos familiares no entienden y por la fuerza y todo tratan de abrir el cajón. Ahí es cuando llamamos a la Policía y ellos se encargan de proceder”, dijo.
No dejan pasar a los muertos
Hay personas que siguen muriendo día a día y no es justamente por coronavirus y muchos del interior van a morir en grandes hospitales de Asunción. Esos cuerpos deben ser trasladados a la ciudad de donde vinieron. “Trasladamos un cuerpo a Encarnación y no le dejó pasar la gente. No quieren nadie de Asunción que ingresen a la ciudad y se armó un problema”, contó el karai.
Por otro lado, don Fleitas recordó que tienen una fundación y que anteriormente recibían fondos del Gobierno para poder ayudar a los de escasos recursos con la provisión de cajones gratis, pero este año no recibieron la ayuda y ahora con el tema de la Covid-19, van a necesitar más que nunca.
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