• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

El deporte está perdiendo la guerra contra la covid-19, muchos de los eventos más importantes del mundo fueron cancelados definitivamente por este año y otros reprogramados para más adelante.

En nuestro país la situación también es muy difícil. El pasado miércoles la Asociación Paraguaya de Fútbol tomó la decisión de cancelar por este año todos los torneos de las divisiones inferiores y escuelas de fútbol, obligando a cientos de chicos a “tomarse un año sabático” y a varios técnicos, preparadores físicos, médicos y otras personas relacionadas a las categorías menores sin trabajo.

En cuanto a la Primera División, la Intermedia, Primera B y la Primera C, la APF aún no tomó una determinación. Los jugadores, integrantes de cuerpo técnico, cuerpo médico y muchas otras personas que trabajan directa e indirectamente en los diversos clubes de las citadas categorías piden a la central de nuestro fútbol que analice bien la determinación que adoptará porque muchos puestos de trabajo están en juego.

Crónica habló con Sergio Daniel Bareiro Benítez (35 años), futbolista de Atlético Tembetary, equipo de la Primera B, quien imploró a la matriz de nuestro fútbol que no cancele la temporada 2020 de la “B”. “Tenemos familia y necesitamos comer”, señaló el atleta que en el 2007 fue campeón con el Sportivo Luqueño en aquel conjunto dirigido por Miguel Ángel Zahzú.

Bareiro Benítez nació en Asunción el 6 de diciembre de 1984, jugó en clubes de Primera División, Intermedia y Primera B. También militó en clubes de Bolivia, Argentina y Ecuador.

“Nosotros desde principio de año estamos trabajando en Tembetary, un club que se maneja como uno de Primera División. Hicimos una gran pretemporada, los directivos hicieron una gran inversión y no sería justo que la APF cancele el campeonato 2020. Y no solo los jugadores necesitamos trabajar, mucha gente depende del club”, acotó.

El futbolista que el año pasado estuvo en Cristóbal Colón, equipo que eliminó a Olimpia de la Copa Paraguay, dejó en claro que comprende la gravedad de la situación sanitaria, pero al mismo tiempo pidió que también se entienda por lo que están pasando todos sus colegas y más los que son de las categorías de ascenso.

Ganar el título con Luqueño fue lo máximo

No es fácil ganar un título en el fútbol paraguayo, y más si no estás en clubes como Olimpia, Cerro Porteño o Libertad.

El torneo Apertura 2007 fue ganado de punta a punta por el Sportivo Luqueño, Sergio Bareiro no pudo jugar ese campeonato porque tuvo un problema de salud a inicio de año y cuando se recuperó, Reinaldo Román ya se había adueñado del puesto y el equipo tuvo una regularidad impresionante que el DT Miguel Ángel Zahzú hacía muy pocos cambios.

“La experiencia en Luqueño fue genial. Yo estuve tres años en Luqueño (2005-2007) y en ese 2007 fuimos campeones. Aunque no pude jugar un solo partido me sentí parte del grupo”, sentenció.

JUAN SOSA, GRAN TÉCNICO. Para Sergio Bareiro Juan Sosa es y será uno de los mejores técnicos que tuvo. Dijo que le ayudó mucho y que a inicio de año lo volvió a llamar para unirse a Tembetary.

PABLO AGUILAR. Al ser consultado sobre algún colega al que admira y por qué dijo, “sin dudas Pablo Aguilar es un ejemplo dentro y fuera de la cancha. Es humilde y eso lo hace grande”.

“9 horas” le, esperaron al DT para entrenar

Una de las anécdotas que más recuerda Sergio Bareiro se produjo cuando jugaba en Tacuary en el 2013, el técnico del equipo de barrio Jara era Francisco Ocampo, quien en realidad era el dueño del club en ese momento.

“Él marcó la práctica para las 10 de la mañana, yo a las 08:00 hs ya estaba en el club, algunos llegaron a las 09:00. En ese momento él ya tenía una estancia y ganados en el Chaco, por lo que tuvimos que esperar a que llegue. Pasaron las horas, fuimos a almorzar, hicimos una siesta y a las 17:00 recién llegó y después de su llegada se inició el entrenamiento. Ese día habremos salido a las 8 de la noche del club”, reveló.

Ganó plata pero necesita trabajar, he’i

Al ser consultado si ganó mucha plata jugando al fútbol, se tomó su tiempo y respondió, “no tuve la suerte de jugar en los grandes como Olimpia y Cerro Porteño, pero sí en Luqueño, que también es una gran institución. Además jugué en Argentina, Bolivia y Ecuador, me fue muy bien, pero no soy millonario y necesito trabajar. Siempre cuidé lo que gané y traté y trato de pisar tierra. El fútbol es una carrera muy corta y algunos colegas viven en una burbuja, porque así como ganas dinero podes gastar todo en poco tiempo si no sabés manejarte”, acotó.

Sergio pasó por los siguientes clubes: Luqueño, Trinidense, Tacuary, River Plate, Cristóbal Colón (Ñ), Resistencia, General Caballero ZC y Fernando de la Mora.

Trabajar en la construcción y jugar al fútbol

En el primer semestre del 2016 Bareiro Benítez vistió la casaca de Resistencia, equipo del barrio Ricardo Brugada, y al inicio del segundo semestre recibió una oferta para ir a jugar a un equipo de la Liga Paraguaya de Fútbol de Nueva York (EE. UU.) y aceptó.

“Fue otra de las experiencias de las que nunca me voy a arrepentir. Estuve 6 meses en Nueva York, recibí una oferta de uno de los equipos de la Liga Paraguaya de Fútbol de allá, me fue muy bien”, relató emocionado.

Pero no solo se fue para jugar fútbol, “allá los partidos del campeonato son sábado y domingo y entresemana tenías que ver qué hacer, fue así que le conocí a un paraguayo, del mismo grupo que me llevó para el fútbol, y ese señor me consiguió trabajo en el rubro de la construcción”, he’i.

Pudo haberse quedado en EEUU, pero…

Antes de volver a Paraguay el zaguero recibió una jugosa oferta de trabajo, un contrato por tres años para trabajar en el rubro de la construcción, donde fácilmente hubiera ganado 150.000 dólares o más, sin embargo lo rechazó porque quería volver a estar con su familia.

“Yo pude haber ganado mucho dinero en Estados Unidos, tenía visa por 10 años; pero me quedé solo seis meses porque prioricé volver a estar con mi familia. Yo me fui solo y toda mi gente se quedó (esposa, hijos, padres) en Paraguay. Muchas veces el dinero no lo es todo, aquella vez preferí regresar y estar de nuevo con mi papá, con mi mamá, con mis hijos. Lo que sí hice fue traer algunas cosas para vender”, gatilló.