María Llano, la maestra, y su exalumno Luis Giménez se reencontraron y hoy en día comparten la misma vocación, el servicio.

En esta ya interminable cuarentena están las personas que aprovechan su tiempo para dar servicio a la gente más afectada por la crisis. Y en algunos casos, más allá de la satisfacción por servir, están quienes reciben pequeñas recompensas de grandes encuentros.

Fue así que la profe María Cristina Llano de González (52) decidió unirse a las filas de las ollas populares para ofrecer su ayuda a los más necesitados de la zona de Salto del Guairá.

El trabajo era intenso, junto con otras colegas, que se disponían a seguir cocinando solidaridad para repartir amor a todos los vecinos de la zona y alimentar esas esperanzas que muchas veces flaquean.

El subcomisario de Colonia Nacional, Luis Giménez, es otro de los que fueron para dar su granito de arena al servicio de la gente. Pero el momento mágico llegó cuando estas dos personas cruzaron miradas.

Sus ojos se llenaron de lágrimas de alegría tras darse cuenta que después de muchos años la vocación de servicio los había unido. El abrazo fue demasiado intenso debido a que, por más que sabían que no podían, trataban de alguna forma recuperar con la fuerza los 30 años que no se vieron.

Y es que había sido la profe María fue la primera en enseñarle sobre la vida al subcomisario Luis debido a que fue su maestra en la primaria.

“Coincidentemente con el Día del Maestro he tenido un hermoso regalo. El reencuentro con mi exalumno del emblemático colegio “Dr. Manuel Frutos”, de Roque Alonso. Fue emocionante el reencuentro”, dijo la docente a Crónica, destacando que este abrazo se dio ¡a 500 kilómetros de donde ella enseñaba y él aprendía!

Añadió que el mejor regalo que un profe puede recibir en su día es ver a sus “expeques” luchar y sobresalir en la vida con todo lo que ellos le enseñaron.

El reencuentro se dio en medio de la pandemia, lo cual lo convirtió en un momento único para los dos.

“Estoy feliz por haberle visto de nuevo»

El subcomisario de la Colonia Nacional, Canindeyú, contó que hace poco asumió el cargo. Aseguró que está muy emocionado avei por haberse encontrado jey con la persona que le enseñó sus primeras letras y números.

“Ella me enseñó muchas cosas. Estoy muy feliz por haberle visto de nuevo, por más de que haya sido en medio de esta situación. Prometo que voy a seguir con ese mismo espíritu de servicio que ella misma me había enseñado”, dijo el uniformado.

Aseguró que agradece avei a la profe por seguir llevando sabiduría y amor a todas las personas de la zona. “Ella es una gran profesional, muchos pudieron sobresalir gracias a ella y sus enseñanzas”, le bajó el capeto.

Se reencontraron a 500 kilómetros de su escuelita

Tanto para la profe como para el komi fue una gran sorpresa el reecuentro debido a que, además de que pasó mucho tiempo, se vieron jey a muchos kilómetros del lugar que los unió por primera vez.

“Quién iba a imaginar que esto nos iba a pasar y más en esta fecha especial. Lo que es la vida, 500 kilómetros lejos de donde le enseñé vengo a encontrarme con él y además es una persona exitosa y honesta. Ese es el fruto de lo que nosotros los maestros sembramos”, dijo la profe.

Aseguró que nunca había imaginado volver a encontrar con Luis debido a que ella tomó otro rumbo al dirigirse hacia esa zona del país porque ella le enseñaba en un cole de Mariano Roque Alonso. Con esto, la profe comprobó que no importa la distancia ni el tiempo para que las buenas personas lleguen a su vida.