Joven con coronavirus relata la dura estadía en el albergue de Ciudad del Este. Temen por su suerte en ese lugar, aseguró.

Desde que este virus del demonio comenzó a pegar al mundo entero, varios fueron los compatriotas que decidieron retornar al país para poder vivir la cuarentena en su tierra y con sus familiares.

Sin embargo, tras pisar de nuevo nuestro suelo, la pesadilla empezó para muchos debido a que tuvieron que entrar en aislamiento en albergues, que según algunos dijeron son un desastre.

Ana tiene 18 años y es oriunda de Repatriación.

Tras volver del vecino país de Brasil, hace 25 días, entró en aislamiento en un local conocido como Global, de Ciudad del Este. Además de padecer asma, la joven aseguró a Crónica que según le dijeron los doctores avei está infectada por Covid-19, por lo cual no pudo volver a su casa.

“Hace una semana vinieron, estábamos entre 140 por ahí acá. Después de habernos hecho la prueba dieron la lista de los negativos y les llevaron a otro albergue. Acá nos quedamos supuestamente los que somos positivos pero no nos atienden como se debe”, lamentó.

Explicó que se encuentran todos encimados en ese lugar y solo cuentan con dos baños para asearse y hacer sus necesidades pese a que están más de 80 personas.

Indicó que no reciben atención médica y que el personal de la Cruz Roja los asisten en el caso de que se sientan muy mal.

“Yo tengo miedo, es muy grave lo que pasa acá. Todas las noches lloro porque no sé qué va a pasar de mí”, le bajó. Expresó avei que espera tener más atención de parte de los doctores debido a que están en situación de riesgo.

SOLO Z-MOL. Ana contó avei que cuando se sienten mal y acuden al personal de la Cruz Roja o a los médicos, solo le comentan sobre las dolencias y les dan z-mol para calmarlo ndaje, por lo que asumen que no hay tratamiento.

Están encimados y varios con una serie de síntomas

Ana aseguró avei que además de ella existen otras personas que padecen de otras enfermedades que se complican con el encierro. Aseguró que ayer le dio una crisis a causa de su asma por lo cual, en estos momentos, le cuesta mucho hablar.

“Yo estoy así. La vez pasada un muchacho se sintió mal y le tuvieron que llevar a hospital. Antes de ayer, otros dos amanecieron con fiebre y a uno le llevaron al hospital, el otro se quedó. Yo quiero saber por qué no le llevaron a los dos ya. Se queda otra vez con nosotros”, dijo.

Indicó que su mayor deseo es que pronto termine su pesadilla para que puedan volver a abrazar a sus familiares.

Crisis: “En algún momento se van a pegar”

Y es que lidiar con el virus y otra enfermedad base no es el único problema que se registra dentro de este albergue en el Este del país.

Según relató la joven aislada, los ánimos ya no están como para seguir esperando en ese lugar porque la desesperación les hizo perder la paciencia.

Y es que, según cuenta la joven, muchos de los aislados tienen conflictos entre ellos mismos debido a que no saben cómo hacer pasar el tiempo. “No se puede hacer ningún tipo de actividad porque ya nadie se aguanta acá. No tenemos espacio y ya hay discusiones entre varios aislados.

En algún momento se van a pegar”, indicó. Aseguró que solo reciben visitas cuando deben comer o cuando una persona se siente muy mal, lo cual hace incontrolable la estadía dentro del local. “Solo estamos esperando a que pasen los días, pero no nos dicen nada”, omombe’u.