Noelia Cáceres y Osvaldo Orué contaron cómo están viviendo la pandemia en Estados Unidos y México, respectivamente, sin recursos, y lejos de su país.

Kyhyje, techaga’u ha vy’a’y. En medio de todo ese cóctel de sentimientos se encuentran los connacionales residentes en el exterior, que perdieron todo por culpa de la pandemia. Ellos, entre la incertidumbre, sin tener una patria a la que abrazarse durante esta crisis, miran a su tierra natal con los ojos llenos de esperanza.

Son varios los obstáculos a los que se enfrentan: los aeropuertos están cerrados y la única forma de llegar hasta acá es por un vuelo humanitario. Avei otro tema es el de los albergues, porque con el sogue que les sobrevino, pagar un hotel no es una opción ndaje.

Entonces, entre esas paredes que se les van cerrando, corren riesgo de ser desalojados de donde se encuentran y quedar “en la calle del virus”.

Noelia Cáceres (24), quien estaba estudiando en Atlanta, Estados Unidos, he’i que ya es crítico todo. “Acá hay gente que incluso está viviendo en garajes. En mi caso por ejemplo soy estudiante y me estoy quedando en lugar, pero en unos días tengo que desalojar y no tengo a dónde ir”, contó angustiada.

Osvaldo Orué (24), quien hace dos años está por México, en la capital misma del país de las rancheras y mariachis, contó que “nos plantearon la posibilidad de quedarnos en los hoteles salud, pero sin recursos está difícil abonar un hotel que ir a un albergue, son supercostosos”.

“Yo vine por trabajo en modelaje, actuación y publicidad. Pero, como todo se canceló me quedé sin trabajo y ya es complicado. Sobre los vuelos humanitarios no tenemos nada oficial, y además como no hay más albergues en Paraguay”, omombe’u a Crónica.

TIEMPO. Cáceres he’i que no hay posibilidades de alquilar un lugar para quedarse, porque al no tener respuestas de los consulados no se sabe por cuánto tiempo pueden quedarse en un lugar.

CARO. Avei, el tiempo no es la única traba cuando se piensa en el alquiler de un espacio, Noelia Cáceres mencionó que el otro factor es el dinero, ya que Atlanta es una ciudad muy costosa.

Piden una respuesta clara por parte de los consulados

Noel ia Cáceres contó que, así como ella, hay otros 150 compatriotas queriendo venir al país, porque allá donde están el Gobierno no los ayuda para nada.

“A mí una familia me ayudó cuando la Facu se cerró, pero ya no puedo seguir con ellos por una emergencia familiar. Y cuando llamamos a los consulados no es nada alentador lo que nos dicen. Sobre vuelos humanitarios nos dicen que no hay nada en concreto, es desesperante la situación.

Yo llamé, dejé mis datos y me dijeron que me llamarían y no lo hicieron. Volví a llamar y me dicen qué hay que esperar a alguna respuesta por parte del Gobierno”, contó Noe. Ella estaba estudiando Economía, gracias a una beca deportiva completa.

Muchos compatriotas están esperando una solución he’i

A medida que pasan los días, la ansiedad y la impotencia de no tener estabilidad en un país ajeno crecen. El miedo, la nostalgia y la tristeza son cargas muy pesadas en t iempos de pandemia: “Los vuelos comerciales no están habilitados, si no fuera por eso, mi familia ya hubiera hecho todo lo posible para estar con ellos allá hoy”, he’i a Crónica Noelia, quien está en constante comunicación con sus seres queridos en Asu.

“Yo no soy el único, acá en México hay como 70 paraguayos que también esperan una solución. Personalmente no los conozco porque estamos en diferentes lugares, pero compartimos un grupo de WhatsApp donde nos informamos diariamente, para ver si nos dan una respuesta”, omombe’u Osvaldo.