Con la mirada triste pero decidida, muchos compatriotas habían abandonado sus hogares en busca de un mejor futuro en países vecinos. Sudar hasta cumplir con el objetivo era uno de sus propósitos que hasta hace un tiempo lo venían haciendo.

Sin embargo, ante la llegada del coronavirus al Brasil, muchos sueños se vieron truncados y hoy solo deben esperar que la tormenta termine para poder seguir luchando.

Enrique Acosta (50), oriundo de la ciudad de J. Augusto Saldívar, emprendió camino y se fue hasta el país carioca para encontrarse con su futuro. Hasta hace unos meses, no tenía ningún impedimento en lograr lo que buscaba, pero de repente todo cambió.

En el barrio Cidade Nova de Foz do Iguaçu –lugar en donde reside actualmente— dejó de ser la misma y en las calles solo se escuchaban palabras como: coronavirus, enfermedad y muerte.

“Al principio la situación era muy difícil acá. Los casos aumentan muchísimo pero en mi zona no es tanto”, dijo el Don. Contó que ante la falta de controles en todo el país, el virus empezó a tener circulación comunitaria, lo cual les arrastró hasta en donde están ahora. Pero sin lugar a dudas lo que, como paraguayo, le preocupa es que se abran las fronteras debido a que puede venirse lo peor.

“En Ciudad del Este se van todos a comprar los productos electrónicos, si es que se abre la frontera ahí lo que se van a contagiar. Todo tipo de personas se van ahí”, le bajó Enrique. Aseguró que ante la falta de controles, personas hasta de lugares más afectados pueden viajar y, por ende, la propagación del virus puede ser más fácil.

DENGUE Y SARAMPIÓN. Además del coronavirus, Enrique contó que hubo jey un gran brote de dengue y sarampión en la zona, lo cual les coloca en una sitú peor. “Eso sí está preocupando mucho a todos. Hay muchos controles de limpieza”, aseguró.

RECICLAJE Y FLETE. Don Enrique contó que se dedicaba al reciclaje en el país vecinos, pero por cuestiones de seguridad sanitaria decidió dejar de lado. Aclaró que ahora se dedica a hacer fletes para poder generar un poco de ingreso para sobrellevar la sitú.

“Acá la gente no tiene miedo, se saludan… se pasan la mano…”

Si bien Brasil es uno de los focos de contagio a nivel mundial, Enrique contó a Crónica que la gente ahí no se preocupa por la situación ndajeko.

“Acá la gente no tiene miedo. Todos se saludan… se pasan la mano… se van a lugares donde hay muchas personas. Hasta vi en la tele que hubo una manifestación con muchas personas que ni siquiera usaban tapabocas”, explicó.

Aseguró que el cuidado de las personas depende de cada uno, debido a que ante la falta de exigencias en el cumplimiento de protocolos sanitarios, no hay responsabilidad de parte del Gobierno. “Acá no se prohíbe nada como allá. Cada uno es responsable de su salud y de lo que le puede llegar a pasar”, aclaró.

Si vuelven, es por falta de documentos he’i

Muchos son los paraguayos que viajaron hasta ese país, pero avei son demasiados los que ya volvieron o esperan volver. En ese sentido, Enrique aseguró que los compatriotas que estuvieron varados en el Puente de la Amistad corresponden mayormente a los que provienen de San Pablo, una de las zonas en donde henyhe los contagios y las muertes.

“Casi todos son los que vinieron a trabajar y como empezó este tema de la pandemia no pudieron seguir. Entonces, como que se quedaron sin ingreso ya no pueden pagar sus alquileres”, explicó el hombre.

Indicó que tampoco hay gran necesidad debido a que como acá el Gobierno de Jair Bolsonaro avei implementó un sistema purete de subsidios para sobrellevar el mba’asy vai. “También los que están volviendo a Paraguay son las personas que no pudieron acceder a los subsidios por falta de documentos. Hambre no van a pasar porque habrá ayuda en el tema de la comida, pero plata no les van a dar sin documentos”, refirió avei.

Enrique contó que en su zona pocos son los laburos que se cierran, por lo cual hasta ahora no están pasando necesidad ndajeko.