Ser “Bety, la fea” no era nada fácil para la actriz Ana María Orozco, quien durante casi 2 años debía sufrir una increíble transformación antes de iniciar las grabaciones de un personaje que marcó su carrera artística finalizando la década de los 90 en Colombia.
La telenovela “Yo soy Betty, la fea” fue una producción que demandó del talento y dedicación de su elenco y en especial de su protagonista. Muy temprano la actriz colombiana llegaba al Canal para iniciar su cambio de imagen desde la sala de maquillaje. En seis grandes pasos se puede resumir la transformación de Ana María: primero era aplicar una base para lograr una palidez absoluta, maquillar sus cejas con mucho vello para unirlas hasta la mitad de la frente, dibujar un bigote y algo muy importante era el peinado que le daba el toque extremo, un flequillo muy largo y algo que “Bety” hizo famoso, los brackets o frenillos.
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