El frío en nuestro país, por más que sea de una temporada relativamente corta, trae consigo algunos riesgos asociados. El buscar generar calor es sin dudas un objetivo que se consigue de diversas maneras, ante las cuales uno debe tener cuidados particulares.

“En muchas viviendas en zonas muy populosas el uso de braseros con uso de carbón o leña es sumamente habitual, tanto para cocinar como para protegerse del frío.

El uso de este tipo de artículos genera un riesgo considerable de incendio incluso de intoxicación por los gases que genera la combustión, que casi siempre se da en lugares muy pequeños y de baja circulación de aire”.

Así explicó a Crónica Alejandro Buzó, director de Prevención contra Incendios de la Muni de Asunción.

Evitar tener cerca elementos combustibles o que durante el sueño queden encendidos con el peligro de que las brasas inicien el fuego es una de las medidas a adoptar.

“Por otro lado, el aumento de artefactos eléctricos como calentadores o calefacción también puede generar una sobrecarga del sistema eléctrico en viviendas que posean estas instalaciones.

El poder realizar un análisis y diagnóstico de la carga eléctrica de toda instalación que vaya o haya sufrido una modificación, ampliación o variado en cuanto a la potencia instalada y la que demande luego de estas se vuelve imprescindible”, añadió.

El chequeo de los cables es fundamental

Hacer una revisión periódica a las instalaciones eléctricas tanto de las viviendas, comercios y vehículos es fundamental para prevenir siniestros, es lo que refiere el capitán Richard López, de la Unidad de Rescate y Extinción de Capiatá.

La prevención siempre forma una parte importante al momento de combatir a los incendios, si tenemos nuestras instalaciones en condiciones es muy poco probable que sucedan siniestros de este tipo, muchas casas y comercios no han cambiado el sistema eléctrico en más de 20 años cuando generalmente los aislantes de los conductores suelen tener una vida útil de entre 3 a 5 años.