Para los alumnos, sus profekuéra son como sus héroes en estos tiempos de pandemia debido a que gracias a sus acciones podrán terminar el año

Los largos kilómetros se convirtieron en simples pasos tras ver las grandes sonrisas que se dibujaban en sus peques al llegar a sus hogares.

La tarea se complicó, pero las ganas de seguir la misión de ayudar a sus alumnos, no. La profe Zaida Flores, de Paraguarí, contó que ante la suspensión de las clases presenciales se arriesgan a todo para seguir enseñando.

Y es que según la profe, para dedicarse a este laburo no solo se necesita de vocación sino avei de muchas agallas debido a que el camino está lleno de desafíos.

“Pasamos de todo. Recorríamos kilómetros para llegar a las escuelas y ahora es más largo nuestro caminoporque tenemos que llegar hasta las casas de nuestros alumnos”, dijo.

Zaida contó que además de que ven la necesidad de sus alumnos, y cuidarlos en todo sentido.

“Años anteriores tuvimos experiencias muy fuertes con convulsiones de 6 alumnos al mismo tiempo. Fue muy fuerte para todos, algunos chicos ya tuvieron hasta miedo”, relató.

Contó que cada año tenían casos de alumnos que parecían “poseídos” debido a que hasta se golpeaban la cabeza por las paredes y tenían una fuerza descomunal.

“Nadie les podía atajar. Algunas compañeras también ya tenían mucho miedo”, tiró avei la docente.

“Nos alcanzan la noche, la lluvia, el hambre, la sed”

A la profe Zaida le toca ir unos 22 kilómetros en moto para llegar hasta la escuela donde enseña. Ahora va cada fin de semana hasta la casa de los peques a llevarles sus tareas y por ello el viaje es más largo.

“En ese trayecto también nos toca vivir muchas cosas. Nos alcanza la noche, la lluvia, el hambre, la sed, de todo, la verdad. Muchas veces hasta nuestras motos se quedan atascadas en los barros o se descomponen”, expresó.

En esos casos no tienen de otra que ingeniarse en la forma de seguir debido a que no hay “ni un alma” que les pueda auxiliar.

“Nos vamos caminando al lado de nuestras motos hasta llegar junto a personas que nos puedan ayudar, así es nuestra vida”, he’i.

Si bien estas situaciones son un poco difíciles, la profe aseguró que por sus alumnos está dispuesta a todo.

Encuentran a sus alumnos flacos y con lo mínimo

Es sacrificado ser maestra en el interior; sin embargo, hay otras situaciones más crudas que les toca presenciar.

La profe Zaida contó que en su recorrido para llevar las tareas a sus alumnos se encuentran con muchas realidades que en varias ocasiones resultan más fuertes de las que se imaginaban.

“Nuestros alumnos nos reciben con una sonrisa, pero viven de forma muy precaria. A algunos le encontramos muy flacos y otros hasta tienen vergüenza de la forma en la que viven. Es muy fuerte en la forma en la que viven”, explicó.

AYUDAN

Debido a que terminaron las clases presenciales, muchos se quedaron hasta sin comer por lo que los profes ayudan a sobrellevar la crisis en la que viven sus familiares.

CADA CASA

La necesidad es muy dura debido a que están entre 8 a 10 criaturas. “Nos vamos y encontramos muchas criaturas en casa que están pasando necesidad y es muy triste”, he’i