Sin lugar a dudas, el color no es “natural”. O al menos lo “normal” que se pueda llegar a ver en aguas de nuestro país. Es por eso que la laguna que se tiñó de “sangre” en el Chaco paraguayo estuvo en boca de muchos ayer, luego de darse a conocer las fotografías que sacó Carlos Lezcano y que compartió con diario Crónica.

A medida que la nota fue tomando estado público, comenzaron las hipótesis del porqué de este extraño fenómeno y, consigo, el debate sobre si se trataba de una cuestión que la propia naturaleza provoca o era una acción del hombre. Claro, no faltó el que solo leyó el título sin adentrarse en el texto y…

Un perfil de Facebook a nombre de Hans Fast fue uno de los tantos en que se opinó sobre el tema. El mismo aseguró que “es un proceso ocasional y totalmente natural. Los chaqueños lo conocemos desde siempre. Ocurre en especial en las lagunas saladas de la cuenca alta del Jakare Sur, en la zona de transición, franja que separa el Chaco seco del Chaco húmedo”.

Dijo que esto se debe más bien a que en épocas sin lluvias “se vuelve a manifestar el mismo fenómeno: se evapora agua (H2O), mientras que la sal, emanada del mismo suelo a más del agua subterránea se queda”, lo que le da esa tonalidad. Otros se preguntaron si alguna matadería o lugar en el que se produzca faenamiento podría estar involucrado en el tema. Incluso, se apuntó a las algas como una posibilidad.

DATO

NATURAL

En otros lugares del mundo es muy común ver que aguas rojas dominen en determinados lugares. Uno de los ejemplos es el que se da en Chile. Allí se encuentra la Laguna Roja, en la zona de Arica, bien al Norte. Sus aguas presentan un tono muy rojizo.