Doña Lucía, de la ciudad de Capiatá, he’i que rezar el Rosario debe ser avei algo que el Ministerio de Salud debe tener en cuenta y hablar sobre el tema ndaje.

Luego de un duro trabajo de parte de las capetos de Salud, Paraguay pudo pasar a la fase 3 de la cuarentena inteligente en donde se flexibilizó para muchos la salida de las casas.

En esta etapa, el ministro de la Salud, Julio Mazzoleni, y su equipo dieron libertad para que se realicen otras actividades, como las misas, que seguían prohibidas en la segunda fase.

Sin embargo, hay un grupo de ciudadanos que siguen sin conformarse con las nuevas disposiciones y piden que también formen parte de las prioridades del capitán Mazzoleni, quien hasta el momento no se tomó la molestia de hablar sobre ellos ndaje.

Y es que el grupo que conforman las personas que rezan el Rosario por los finados piden al Gobierno y a las autoridades de la salud que les dejan rezar en paz a sus finados debido a que ante la cuarentena está prohibido ya reunirse.

“Es muy importante rezar por los difuntos, eso no se puede dejar de hacer. Yo creo que el ministro también tiene que decir que podemos empezar de nuevo con esto que es muy especial para nosotros”, dijo doña Lucía Quintana, ñembo’e’yva de la zona de Capiatá.

Aseguró que es imprescindible que se realicen las novenas para que las almas de los finados descansen  en paz ndaje.

“Esta tradición no puede terminar. Tienen que hablar también de un protocolo para nosotros. Para que la gente no se infecte”, relató y añadió que buscan evitar lo ocurrido con el adolescente de Quiindy, quien contrajo el coronavirus en un rezo por María Auxiliadora, en donde avei participó el militar que le contagió al rollo .

Por pandemia hay más rezo

Doña Lucía contó que antes de que la pandemia llegue ya no se veían prácticamente personas rezando el Rosario. Explicó que ante la sitú, que ijetu’uve con el pasar de los días, el rollo encontró jey refugio en Dios.

“La gente ya no quería más luego rezar. Decían que duraba mucho tiempo, que es aburrido y por eso no se iban. Ahora muchas personas empiezan a rezar otra vez. El Rosario es un consuelo para muchos”, he’i la doña.

Para Quintana, al parecer la llegada del coronavirus asustó a la ciudadanía y por ello sacaron su lado religioso.

En su familia siempre le dan su lugar al Santo Rosario he’i

El día en la familia Quintana empieza sí o sí con un Rosario. La mujer explicó que desde siempre tuvieron esa tradición de empezar con un Rosario para que todo les salga bien siempre.

“Todos acá rezamos el Rosario. Mi mamá nos enseñó a nosotros y nosotros a nuestros hijos. Hasta mis nietos saben reza r el Rosa rio” expresó.

Esta oración, que según Quintana dura unos 35 minutos, es muy importante debido a que une a la familia ndaje.

“El Rosario es muy fuerte. Por más de que hayan muchos problemas, nos une como familia. No tenemos que dejar de hacer esto. También le da consuelo a los que perdieron a sus seres queridos y más en esta época”, detalló.

SE CUIDAN

Doña Lucía aseguró que ella acostumbraba ir a casa de sus vecinos para rezar el Rosario, pero desde que llegó la pandemia se dejó. “Para cuidarnos solo rezamos en casa, eso tienen que seguir haciendo”, le bajó.

UNA OBLIGACIÓN

Doña Lucía contó que es importante que los familiares de los difuntos cumplan con las novenas debido a que así podrán tener ndaje descanso eterno. “Aunque sea entre dos o tres tienen que rezar para cumplir”, he’imi