ARGENTINA. Opárupi oî la ipochýva por las restricciones sanitarias por el coronavirus, ashá una iglesia evangélica abrió como bar y los pastores se vistieron de camareros como forma de protestar.

Mientras el Gobierno confirmó la extensión del estado de catástrofe por 90 días más y anunció fortalecimiento de fiscalizaciones, la gente le busca la vuelta para seguir luchando con lo que hace. Así también los de la Iglesia Comunidad Redentor de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, luego que el gobernador Omar Perotti habilitara las reuniones religiosas solo con hasta 10 personas.

“Los bares y negocios pueden abrir, pero nosotros no. ¿Por qué nos discriminan?”, he’i Daniel Cattaneo de la mencionada iglesia.

Señaló que “estamos vestidos de esta manera, con una bandeja, porque parece que es la única manera en que podemos estar reuniéndonos para servir la Palabra de Dios”.

La protesta se llevó a cabo el miércoles 10 de junio y coincidió con el aniversario número 75 de la iglesia santafesina. Entonces colocaron mesas y sillas en el salón principal donde recibieron a 67 personas en una noche. La norma vigente le permite un máximo de 10 fieles, pero chulearon el decreto abriendo como “bar”.