Los peluditos están felices con la mamá, “a la siesta les saca al patio para tomar sol, después les lleva a todos otra vez hasta su casita”.

Quién diría que el instinto maternal de una perrita podría más que la eterna rivalidad entre perros y gatos. En una vivienda ubicada en el barrio Caaguazú, de Ñemby, una perra adoptó cinco michis, que fueron prácticamente abandonados por su mamá gatuna. La adoptiva, “Pichona”, también tuvo 8 cachorritos, pero solo 5 sobrevivieron.

“Pichona los adoptó sin problemas, ya que la gata de nombre ‘Titi’ ya no les hizo caso a sus michitos. Entonces yo compré una jeringa para darles leche, porque se morían de hambre. Vino “Pichona” a ver lo que estaba haciendo y se acostó a mi lado, después ya me fui a mi trabajo”, he’i doña Cinthya Álvarez a Crónica.

A la noche la doña regresó luego de la jornada laboral y fue a ver qué tal-pa estaban los michis, tuicha se asustó al no encontrarlos en su camita, “no les encontré en su camita y me fui a buscarlos, les encontré en el fondo, en la cama de “Pichona” tomando tití, la perra les llevó hasta su casita para darles de mamar había sido. Desde ese día fue imposible ya separarle de los gatitos”, declaró la señora entre risas.

Es más, la madre ejemplar actúa como una gata, “Pichona les limpia a los michis, así como hacen las gatas, su colita y todo le limpia a “sus hijos gatos”.

VINO DE LA CALLE

La peludita un día fue llegando a la casa. “Ella vino llegando en casa de mamá, sucia, piru anga, temblaba de miedo y mamá le dejó en su casa y le dio de comer”, dijo.

IÑARÕ CON DEVOCIÓN

“Pichona” es buena madre de los pichichos y guardiana de la casa de su familia humana. “Ella es muy respetada porque es muy brava, nadie puede entrar por las noches”.