Crónica habló con uno de los atletas más experimentados que militan en la Primera B, una categoría que así como están las cosas no tendrá actividad oficial este año a causa del Covid-19 que en poco tiempo se convirtió en pandemia

POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

El fútbol es el deporte más lindo del mundo para muchos y para los futbolistas puede llegar a ser la llave al éxito, la fama y el dinero; pero al mismo tiempo puede ser la frustración más catastrófica que una persona puede vivir.

Todos buscan llegar a la cima, pero pocos lo logran. En Paraguay hay cuatro categorías, Primera División, Intermedia, Primera B y Primera C. Está demás decir que triunfar en la máxima categoría es difícil, y ni hablar en las demás divisiones.

En el ascenso se vive a la miseria, en un gran número de clubes los jugadores no tienen sueldo, entrenan y juegan en campos de entrenamientos y estadios paupérrimos, se alimentan mal y no cuentan con un seguro médico digno. Pero más allá de estas precariedades no existe un solo atleta que está en el ascenso que no sueñe con llegar arriba y cumplir su anhelo, ser un futbolista profesional y gozar de las mieles que trae consigo una carrera exitosa.

Elvio Adrián Amarilla Caballero nació en Asunción un 20 de marzo de 1986, tiene 34 años, se desempeña como volante central, milita en el Cristóbal Colón de Ñemby (Primera B) y pese a su edad, no pierde la esperanza de volver a jugar en Primera este o en los siguientes años (porque ya estuvo en la División de Honor en varios clubes), pero como el campeonato está parado y ni se sabe si se jugará este año a causa del covid-19, él se gana la vida vendiendo remedios para mate y todo tipo de especias.

Me gusta el fútbol, tuve la suerte de poder jugar en varios clubes y en todas las categorías. Ademas, hace cinco años que trabajo levantando pedidos, me dedico a vender especias y este año mi trabajo ocupa todo mi tiempo porque al parecer en torneo de la ‘B’ no se va a jugar”, señaló.

Amarilla Caballero tiene una gran experiencia, ya vivió muchas cosas fuera y dentro de la cancha, por eso tiene la autoridad para hablar, porque conoce la realidad de nuestro balompié. En la extensa charla con Crónica confesó que en los clubes de la “B” y “C” no se come bien. “Si jugás en el ascenso no te podés alimentar bien, esa es una verdad, porque en la mayoría de los clubes no hay sueldo, los jugadores no tienen un salario fijo, solo corren por el premio”, afirmó.

Jugó en casi todas las categorías de nuestro fútbol

Elvio Adrián Amarilla Caballero comenzó en las inferiores de Guaraní, pasó por todas las categorías hasta llegar a Primera División, estuvo en el plantel, pero no logró debutar en el “Indio”. “Por falta de oportunidad no pude debutar, le tocó a otro”, dijo el futbolista que dejó Dos Bocas en el año 2006.

En el 2007 vistió la casaca del Olimpia de Posta Ybycuá de la Liga Capiateña de Fútbol, allí estuvo una temporada. En la primera mitad del 2008 fichó por el club 2 de Febrero de la Liga Capiateña de Fútbol y para el segundo semestre fue transferido al 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero, allí debutó en Primera División de la mano de Alicio Solalinde. En el 2009 se fue a Sol de América, allí estuvo hasta mitad del 2010, posteriormente pasó al 3 de Febrero de Ciudad del Este. En el 2011 vistió la casaca de Luqueño y al año siguiente se marcó al Deportivo Capiatá, que en ese momento estaba en la Intermedia. En el 2013 se puso la camiseta de dos clubes, General Díaz y Martín Ledesma. En 2014 jugó en Santaní y en el 2015 de nuevo tuvo la posibilidad de jugar en Primera al pasar al Sportivo San Lorenzo, club en el que estuvo dos años. En el 2017 y 2018 fue jugador de Fernando de la Mora y el año pasado emigró a Cristóbal Colón (Ñ).

Sus amigos en el fútbol

Esta profesión te permite codearte con colegas de todos los clubes y con el tiempo muchos de ellos se convierten en amigos y la relación va más allá del compañerismo circunstancial de compartir un campo de entrenamiento, un vestuario o un partido. Elvio no tuvo problemas en citar a los atletas a quienes considera sus amigos, “El fútbol te deja grandes amigos, esa es una de las cosas más lindas que tiene este deporte, en mi caso tengo muchos; entre ellos Diego Barreto, Antonio Bareiro, Miguel Paniagua, Alfredo Aguilar, Juan Aguilar, Jorge Cáceres y muchos otros más. Todos ellos son grandes personas y eso es lo más importante, porque cuando uno deja el fútbol la amistad va a continuar”, apuntó.

La familia, el mayor de sus tesoros

Elvio se considera una persona que ama a su familia, el esfuerzo que hace todos los días, desde que comenzó a jugar al fútbol, es porque quiere lo mejor para los suyos. En su casa él es el único varón, ya que el resto de los integrantes de su “equipo” son mujeres, está casado con Rosana Portillo y tienen tres hijas; Luana (11 años), Adriana (2 años) Alda (dos meses). “La familia es todo para mí, ellos son los que te dan fuerza y están contigo en los momentos más complicados. En el fútbol se viven muchos momentos buenos, pero también malos y en esos malos, donde la mayoría se borra, allí está la familia para apoyarte y ayudarte a salir adelante”, dijo el futbolista.

“Me frustré y abandoné el fútbol por completo, casi un año dejé”

Amarilla Caballero no tuvo un camino fácil, comenzó desde muy joven en Guaraní, un club al que le tiene mucho cariño, fue escalando hasta llegar al plantel principal y una vez allí, peleó muchísimo, pero nunca le dieron la oportunidad de debutar en Primera División con la casaca del “Indio”, esto lo llevó a dejar el fútbol por casi un año. “Me frustré y abandoné el fútbol por completo, casi un año dejé. La falta de oportunidad en Guaraní me hizo sentir muy mal, pero luego poco a poco recapacité y volví a la práctica y con el tiempo retomé mi carrera”, aseguró.

Para él no hay mucho secreto en el fútbol, el que quiera triunfar debe ser perseverante, cuidarse en lo personal y demostrar profesionalismo dentro y fuera de la cancha. “En el fútbol no hay secretos, pero uno debe tener perseverancia, cuidado personal y profesionalismo; y claro… un poco de suerte”, señaló entre risas.

La admiración por dos grandes, Wilson y Carlos

A la hora de mencionar a jugadores que le asombraron dentro y fuera de la cancha, dio el nombre de dos grandes talentosos de nuestro fútbol, el volante ofensivo Wilson Pittoni y el mediocampista surgido de las inferiores de Olimpia, Carlos Humberto Paredes.

“Siempre tuve una gran admiración por Carlos Humberto Paredes y tuve la suerte de jugar con él en el Sportivo Luqueño, fue un gran jugador y también una gran persona. Tenía una calidad única, por algo llegó donde llegó, campeón con Olimpia, estuvo en el Mundial con la selección. Otro que siempre me gustó mucho por su calidad e inteligencia fue Wilson Pittoni, gran jugador”, recordó.

“Hay mucho talento en los equipos de la Primera B”

Las categorías Primera B y Primera C de nuestro fútbol están catalogados como amateur, es decir no son profesionales; por lo tanto se manejan de formas muy distintas con relación a la Primera División. Elvio aseguró que sus años jugando en las categorías de ascenso le permitieron ver muchas cosas, pero de algo está seguro; en la B y C hay mucho talento. “En el ascenso se necesita más el apoyo de la APF, hay muchos jugadores talentosos que se pierden por el camino por falta de oportunidad. Yo que estoy en un club de ascenso te puedo asegurar que hay mucho talento, pero para que eso salga adelante se necesita oportunidad, nadie surge sin oportunidad”, finalizó el jugador.