Una mañana del 6 de mayo del 2019 una perruna cambió la vida de la doctora veterinaria Fabiola Monges. Se percató que una peludita se acercó a las bolsas de basura que estaban frente a su clínica, buscando qué comer anga. Salió, vio que el animalito estaba totalmente desnutrido y con problemas de piel.

Sin pensar dos veces la metió a la clínica, la sanó, la baño, le puso un collar que contaba que medicamentos le aplicaron y la volvió a dejar en la vereda por si su dueño la estaba buscando.

El lunes, 8 de mayo, una señora toca el timbre de la clínica, tenía a la perrita con ella, le dice que tiene el moño que suele colocar a los animalitos y si le conoce a sus dueños para devolverles. La doc no tenía ni la más pálida idea de quién podría ser su “amo”, pero Fabi la recogió y le dio casa en la clínica.

“Desde ese día se quedó acá, sacamos fotitos, publicamos en todas las redes por si se le había escapado a alguien y por lo visto nunca tuvo familia”, contaba la vete.

Con el paso del tiempo la doctora le tomó cariño, la bautizó con el nombre de Micaela, pero de cariño la llama Miki, es su fiel compañera y cuando tiene que salir a dar alguna atención la peludita se alista y cuando la doc abre la puerta del auto sube, se coloca al lado del acompañante y hasta que no le ponga el cinturón ella no se queda tranquila.

“Ella es mi copiloto nos vamos a buscarle a todos los perros juntas. Cuando se acerca un limpiavidrio o vendedor ella por poco no rompe el vidrio, es impresionante lo protectora que es conmigo. Solamente conmigo, porque sale con mi otra compañera pero ni ahí está”, he´i la doctora Fabi.

UNA GRAN CUIDADORA

La doctora contó que cuando llegó a ella tenía más o menos entre 3 a 4 meses de edad, ahora está castrada y con el tema de que vino la pandemia la tuvo que llevar a su casa. Antesse quedaba en la clínica y cuando la doc terminaba su hora laboral, se quedaba con una prima suya quien tiene su casa detrás de la clínica en el barrio Mburicao.

“Me cuida muchísimo, es impresionante, es super protectora. Desde que empezó la cuarentena ella se mudó conmigo, es una integrante más de la casa”, he´i la vete.

RE OBEDIENTE

La doc contó que cuando viene algún animal con un carácter muy fuerte ya sea gato o perro ella ya se va a colocar sin drama a su jaulita, donde tiene su colchoneta y sin quejarse espera que el trabajo se termine con los peluditos para volver a salir.

“Le abrimos la jaula y le decimos Miki y ella automáticamente ya va, entra se acuesta en su colchoneta. Le dejamos en su jaula, porque le encerramos para que no le pase nada y cuando se va el gatito o perrito sale como toda una lady”, contó la doc sacando una sonrisa del rostro.